Mostrando entradas con la etiqueta Puerto Rico. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Puerto Rico. Mostrar todas las entradas

domingo, 9 de octubre de 2016

Salsa Primi Cruz Puerto Rico

Biografia:

Primi Cruz se dio a conocer en los ochenta junto a Mario Ortíz, posteriormente ingresó a la orquesta de Willie Rosario donde permanece por un período de cuatro años grabando grandes éxitos como "Yo que tu", "Las Rubias de Nueva York", "Anuncio Clasificado" y "Físico" entre otros, después presentó éste, el primero de dos discos como solista, extraordinaria la producción a cargo de Julio "Gunda" Merced y que fue la única que le hicieron bajo la compañía MP.. 

miércoles, 21 de septiembre de 2016

Salsa Eddie Santiago Puerto Rico

Biografia:

Eddie Santiago es natural del pueblo de Toa Alta, Puerto Rico. Perteneció por dos años al Conjunto Chaney, donde interpretó el éxito “Detalles”. El éxito alcanzado lo estimuló a lanzarse como cantante solista en el año 1986, donde prosiguió su carrera de éxitos con los tema “Lluvia”, “Tu me quemas”, “Antídoto y veneno”, “Que locura enamorarme de tí”, Quiero amarte en la yerba”, “Insaciable” entre otros, con los que se abrió paso en todo el mercado internacional donde actualmente sigue siendo uno de los favoritos del público salsero. Su popularidad como solista lo ha llevado a viajar a toda Norteamérica, Centroamérica, la mayoría de los países de América del Sur, varias ciudades de Canadá y varios países de Europa. Su éxito arrollador está basado en el contenido romántico de sus temas, en el cual se desborda el sentimiento que proyecta en cada interpretación, reflejado en cada una de las letras. Su voz melodiosa combinó perfectamente con la salsa romántica que en esa década iniciaba. Sus fraseos de forma sensual, en donde la interpretación matizaba con medias voces, diferente a lo que sucedía con la salsa tradicional, impuso un estilo propio que fue aceptado por toda la juventud Latina. Con la canción “Lluvia”, este artista fanático del béisbol, alcanzó ventas que ningún sencillo de la salsa tradicional había podido vender en su historia. Y es que las canciones de Eddie Santiago, llegaron a todas las esferas sociales, llevándolo a la cima de la popularidad, lo cual hizo que marcara el principio de lo que hoy se conoce como la salsa romántica. 

viernes, 16 de septiembre de 2016

Salsa e Angel Lopez Puerto Rico

Biografia:

Ex integrante de “Son by Four” Talento Innato y de Gran Corazón Nació en Las Piedras Puerto Rico, recuerda que su pasión por la música surge desde su edad pre-escolar, con el pasar del tiempo y al cumplir los 17 años ya participaba en agrupaciones que incursionaban en las radios boricuas con ritmos folklóricos y modernos. En 1997 Ángel se integro a la agrupación “Son by Four”, y en el 2003 bajo el sello Sony Latin, la banda había obtenido premios internacionales, Grammy a la música Latina, Discos de Oro y destacadas posiciones en la lista de éxitos latinos de la revista Billboard. La canción más aclamada del grupo, “A Puro Dolor”, interpretada por Ángel López se mantuvo por 43 semanas entre las 10 primeras posiciones de la prestigiosa publicación. En el año 2005, Ángel López lanza su cuarta producción como solista, y además de los galardones anteriores obtenidos, recibe de parte del Gobernador del Estado de New Jersey, una Proclamación en Calidad de Personaje del Ano, Las Llaves de la Ciudad de Newark, y otras municipalidades, así como una destacada distinción que otorga el Internacional Hispanic Society en el marco de las celebraciones del Día de la Hispanidad, por su aporte cultural, el apoyo brindado a la causa de los mas necesitados y su marcada preocupación por minimizar el dolor de los humildes. Su privilegiada voz y éxito alcanzado en la industria del espectáculo, los ha polarizado en causas nobles, de hecho, en su vida personal se proyecta como un hombre humilde y de gran corazón, es padre de tres niños y se visualiza como el núcleo de su familia, reconoce que son ellos la fuente de su inspiración y la fuerza que lo impulsa a continuar destacándose como artista y ser humano. “El ser padre de familia es algo muy grande, me imagino el sufrimiento de muchas personas que no tienen el recurso y ven desvanecer las esperanzas de brindarle una mejor vida a sus hijos por escasez, me pongo en el lugar de ellos y con solo pensar en los míos, me sobran las razones para contribuir incondicionalmente con mi arte a llevar una sonrisa al rostro de aquellos que lo necesitan”, expreso López en entrevista. Ángel López, se ha ganado el corazón de muchos no sólo por su calidad y diversidad interpretativa, sino también por su aporte a organizaciones sin fines de lucro que buscan minimizar el dolor de los mas necesitados, ha participado en campanas de recolección de fondos organizadas por la Asociación de Niños con Leucemia, La Asociación Nacional Contra el Cáncer y La Teleton que organizan a beneficio de niños minusvalidos en casi una docena de países de Centro, Sur América y el Caribe. Por todo lo antes expuesto, el Nativo de “Las Piedras”, Puerto Rico, merece los múltiples reconocimientos, que le otorgan en New Jersey entre ellos una gran fiesta pública para distinguirlo por sus meritos que contribuyen a engrandecer la presencia de los hispanos en EEUU. El evento cultural que se realiza como parte de las actividades conmemorativas por el mes de la Hispanidad, incluye además un desfile por las principales arterias de New Jersey y coincide también con el lanzamiento de la reciente producción de Ángel López, cuyo titulo será anunciado próximamente, se trata de su esperado cuarto disco compacto como solista, bajo el sello OLÉ, con temas que incluyen versiones en Reggaeton, de aclamados artistas como los Luney Tunes y raperos del calibre de Daddy Yankee, Tego Calderón y otros que figuran en su lista de amigos. La nueva producción de Ángel López pronto ocupara una destacada posición entre los 10 primeros lugares de las canciones más escuchadas en los géneros Reggaeton de la revista Billboard, según anticipan expertos en la industria de la música "Creo que mi alma habla a través de mi voz", enfatiza Ángel López, además, confiesa que a pesar de sus raíces latinas, su estilo tiene una marcada influencia de géneros como el R&B, pop y la balada, de hecho, entre las celebridades que han inspiradosu carrera menciona a Michael Jackson, Boyz II Men, y Stevie Wonder, a quien califica como su mentor, sin dejar de mencionar la admiración que siente por la difunta Guarachera de Cuba, Celia Cruz y José Feliciano, además otros que forman parte de la Herencia Cultural Hispana. 

Salsa Andy Montañez Puerto Rico

Biografia:

El querendón de la salsa Andy Montañez es uno de los cantantes más queridos del país. (Gary Javier / Ilustración PRIMERA HORA) En la narración de la historia de la música popular de Puerto Rico, el nombre de Andy Montañez tiene categoría de grandeza, simpatía, caballerosidad y señorío. Con más de cuatro décadas de trabajo artístico, el venerado "Niño de Trastalleres" ha logrado construir un catálogo musical que enaltece el cancionero nacional, capaz de elevar su voz en registros altos, transformando sus interpretaciones en joyas que brillan con la entonación de cada melodía. Así es Andrés ("Andy") Montañez Rodríguez, una de las figuras de la canción popular más queridas de nuestra isla. Un hombre rebosante de sabiduría, sencillo y enamorado de su pueblo, su familia y su arte. Su madre lo encaminó a cantarAndy Montañez es hijo del barrio de Trastalleres de Santurce, en la ciudad capital. Un sector que aún conserva en sus callejuelas la historia del mundo industrial que floreció en el país durante los años 40 y 50, y en cuyas fronteras resonó el paso del viejo tren que transitaba de San Juan a Ponce, al límite de los olores de la cervecería Corona, la cafetalera Yaucono y la procesadora de miel Molasas, Inc. Allí nació el 7 de mayo de 1942, en el 974 del callejón La Rosa, en casa de sus abuelos doña Alejandrina Alejandro y don Tomás Montañez. A los 13 años de edad, se mudó con sus padres para el número 945 del callejón La Palma, donde se hizo hombre junto a sus 16 hermanos. De su niñez recuerda su encanto por la música, aunque, confiesa, no imaginó que el derrotero que le esperaba habría de colocarlo entre las figuras más veneradas y refulgentes de la canción caribeña. Su pasión por cantar la heredó de su padre, don Andrés, un bohemio prendado con la sonoridad de los tangos y los boleros y quien solía reunirse todas las tardes con sus amigos para tocar guitarra y cantar, aliviando así la carga de una jornada intensa de trabajo. "Mi casa siempre fue el encuentro de la bohemia del barrio, y yo crecí en eso. Recuerdo que mi papá me ponía a cantar de niño para lucirse con sus amigos, porque desde niño afinaba y tenía oído musical", narra el salsero, quien es conocido en su familia como "Junior". Su madre, doña Celina Rodríguez, es la responsable de que Andy se encaminara en las lides artísticas, cuando un día, convencida del talento e interés del mayor de sus hijos, lo inscribió en el concurso de aficionados que conducía Rafael Quiñones Vidal, "La tribuna del arte", en el radio teatro de WKAQ. "Mi mamá me llevó a concursar cuando tenía 8 años y recuerdo que me acompañó en la guitarra Pedro Rosario, papá de Papo Rosario, el de El Gran Combo. La canción que canté fue una española, 'Cariño verdad', y gané", comenta. Ése fue el inicio de varias presentaciones que fueron abriendo surcos en la vida del joven santurcino, al tiempo que se convertía en una figura con resonancia en el ambiente musical de la época. Su segundo triunfo fue en el concurso de talentos que celebraba José Miguel Agrelot en su programa "El abuelito Welch", también en radio WKAQ, al que le siguieron un sinfin de competencias de aficionados que, aunque de menor exposición, lo fueron curtiendo en el arte de la canción. El bolero, su mejor canciónLa primera participación formal de Andy Montañez fue a los 16 años de edad, como segunda voz del trío Los Duendes, junto a sus amigos del barrio, Pachequito y Pucho, aunque nunca se profesionalizó en ese género. "Con el trío hacíamos bailes, dábamos serenatas y no cobrábamos. Cantábamos porque nos gustaba", asegura el intérprete. Sin embargo, su primera tarima profesional la tuvo en la orquesta de Luis Morales, cantando boleros en el club El Esquife, que ubicaba en el sector La Playita de San Juan. "En una ocasión, fuimos a audicionar con el trío al club (El Esquife) y cuando llegamos la orquesta que tocaba necesitaba un cantante porque el suyo, Luis Lebrón, no había llegado. Entonces, Luis Morales me pidió que me quedara y ésa fue mi primera experiencia y en la que duré como cinco meses", dice el vocalista, que para entonces tenía 19 años de edad y estudiaba en la escuela vocacional "Miguel Such" de Río Piedras. En esa agrupación coincidió con el conguero José Chacón, con quien partió a crear un nuevo grupo y en el que duró pocos meses, destacándose también como intérprete de boleros. Prueba suerte con El Gran ComboAndy Montañez fue siempre fiel admirador de Rafael Cortijo y su Combo y cuenta que desde niño solía ir a verlos cantar y bailar en el radio teatro de WKAQ, aunque nunca mantuvo relación alguna con sus miembros. Recuerda que meses después de la ruptura del grupo, en 1962, el pianista Rafael Ithier, que había creado El Gran Combo de Puerto Rico, buscaba un cantante para acompañar a Pellín Rodríguez porque el otro cantante, con quien había iniciado la agrupación, se había marchado. "Yo estaba cantando con el trío y un día llegó Sammy Ayala con Rafael Ithier al barrio buscándome. Rafa habló conmigo y me ofreció hacerme una prueba, yo acepté y le advertí que lo único que sabía cantar eran boleros. Él me llevó al estudio de WKAQ, se sentó en el piano y me preguntó si sabía algún número movido porque quería probar si estaba en clave y afinado. Contesté que sí y me puso a cantar 'Si yo tuviera un millón', que era bien popular en voz de Vicentico Valdés", cuenta el cantante, quien recuerda que el avezado pianista lo puso a prueba por seis meses. Nunca consideró grabar con Fania Andy Montañez es uno de los pocos salseros famosos que optó por mantenerse fuera del control de la hegemónica empresa Fania, justo en una época en que el sello discográfico controlaba la mayor parte del mercado. Ese hecho respondió a una decisión del cantante, puesto que nunca le faltaron ofrecimientos del jeque de ese imperio, Jerry Masucci. "Él (Masucci) estuvo detrás de mí, pero nunca firmé porque era fiel a la tradición de El Gran Combo de ser más independiente. Además, los años que estuve con el Combo pertenecía a un grupo que operaba como una cooperativa y no iba a traicionar ese espíritu colectivo, aparte de que nunca me interesó", confiesa Andy. "Yo me sentía bien cómodo con el Combo, allí era 'cabeza de ratón y no cola de león'. La Fania tenía un boom, pero muchos compañeros se quejaban de que un año estaban en el tope y al otro venían y los bajaban para trepar a otro cantante", añade, quien cuando lanzó su carrera en solitario, luego de la experiencia de Dimensión Latina, se mantuvo como integrante del sello TH y, luego, de la compañía Velvet. Asimismo, sostiene que, a diferencia de otros cantantes de su época, nunca le pasó por la mente emigrar a Nueva York, ciudad cuna del despegue salsero. "Se me hace difícil concebirme fuera de mi Isla y Nueva York nunca me llamó la atención, ahora menos. Me fui a Venezuela por la oferta de trabajo que recibí y allí tuve grandes experiencias, y si tuviera que mudarme del país sería para Venezuela", acota. Al final, en 1997 Andy grabó el tema "Qué es lo que pasa aquí" para la última producción que hizo Masucci para Fania, quien murió meses después del lanzamiento del disco en Puerto Rico, justo el día que falleció el padre del "Niño de Trastalleres", don Andrés, víctima de una pulmonía. Su salto a la cima Andrés Montañez, conocido en su barrio por "Junior", arribó a El Gran Combo de Puerto Rico a la edad de 20 años, a pocos meses de constituido el grupo, en 1962, contando con una exigua experiencia artística, aunque le sobraban talento y tenacidad. Hasta ese momento su vida había estado trazada en un pentagrama romántico, interpretando boleros que emulaban las voces gloriosas del trío Los Tres Reyes, Rey Arroyo y Los Tres Ases, entre otros. El joven cantante de Trastalleres llegó al grupo para sustituir a Chiqui Rivera, convirtiéndose en el cantante rítmico que interpretaba los éxitos de Ismael Rivera con Cortijo y su Combo y los temas del disco "Menéame los mangos", el primero de la agrupación. Los boleros, en cambio, eran cantados, en su gran mayoría, por su contraparte vocal, Pellín Rodríguez. El resto de la alineación del grupo lo completó Rafael Ithier (director y piano), Eddie Pérez (saxo), Héctor Santos (saxo), Rogelio ("Quito") Vélez (trompeta), Martín Quiñones (conga), Miguel Cruz (bajo), Roberto Roena (bongó), Milton Correa (timbal) y Víctor Pérez (trompeta). Esta composición sufrió varias alteraciones con el paso del tiempo. Bautizado por Felipe RodríguezEl debut del novel vocalista con el Gran Combo se concretó durante la transmisión de un programa radial de WKAQ, en la que interpretó una canción de la inspiración de Bobby Capó y donde conoció al afamado cantante Felipe Rodríguez, buen amigo de Rafael Ithier. Hasta ese momento había sido presentado como Junior Montañez, hasta que Felipe Rodríguez sugirió cambiarle el nombre. "Ithier y Felipe tenían una buena relación y cuando se lo presentaron, y le preguntó cómo se llamaba, le dijo que Junior era nombre de jockey, porque en ese momento era bien conocido el jinete Junior Cordero. De inmediato le preguntó su nombre de pila y él respondió, Andrés. Felipe le dijo: 'Pues te vas a llamar Andy'", cuenta el veterano periodista y locutor Rafy Torres. Transcurridos varios meses de su llegada al grupo, comenzó a trabajar en su primer disco, "El Gran Combo… de Siempre", que salió al mercado a principios de 1963. En esta producción, Andy se dio a conocer con el éxito "La muerte", la melodía que hizo famoso el álbum, que también incluyó "A la loma de Belén", "El peluquero", "Cosas de la vida", "Sobina", "Merengue melao", "La reina Isabel", "El Perico", "Cabeza de hacha", "Te besé en carnaval", "La mafafa" y "Balimena". La buena acogida de esta producción llevó al grupo a realizar su primer viaje internacional, a Panamá, seguido por su presentación en el Teatro Puerto Rico de Nueva York, para asistir a la grabación de "La taberna India", un programa de variedades musicales conducido por Rafy Torres. En la Ciudad de los Rascacielos también actuaron en los renombrados salones de baile El Palladium, Manhattan Center, Bronx Casino y Caborrojeño. A partir de entonces, el nombre de Andy Montañez refulgió como integrante de una de las instituciones musicales más completas, llamativas y bien logradas de nuestra historiografía musical. Su paso con El Gran Combo duró 15 años y produjo 37 discos –incluyendo los álbumes compilatorios– de los que se desprenden éxitos como "El barbero loco", "Julia", "Ponme el alcoholado, Juana", "La calle dolor", "Marta, yo tengo un dolor", "Milonga sentimental", "Guaguancó de El Gran Combo", "Un verano en Nueva York", "Vagabundo", "El swing", "Las hojas blancas", "La soledad" y "A mi manera", entre otros. Más aún, la presencia de Andy junto a Pellín Rodríguez en El Gran Combo logró uno de los binomios más fascinantes de nuestro cancionero. Logra su espacio fuera de El Gran Combo Mike Ramos, Andy Montañez y Pellín Rodríguez conformaron la alineación de El Gran Combo a principio de los 70. (Colección Andy Montañez) La voz potente y armónica de Andy Montañez lo convirtió en poco tiempo en una de las principales figuras de la canción popular dentro y fuera de la Isla, razón por la que nunca le faltaron ofrecimientos y contratos de casas discográficas y agrupaciones. Andy siempre se mostró fiel al compromiso de palabra que había sostenido con Rafael Ithier desde sus inicios en El Gran Combo y no consideró ninguna propuesta. "Rafa es como mi padre. Me enseñó mucho y la fuerza que yo tengo en mi voz se la debo a él. Recuerdo un día que estábamos ensayando en Guaynabo, en un sitio que se llamaba El Palomar, y le comenté que los números me estaban quedando muy altos y que me estaba subiendo mucho los tonos. Él me dijo: 'Lo que pasa es que la voz es un músculo y si no le das trabajo se queda flácido'", cuenta. Sin embargo, en una ocasión, durante una presentación de El Gran Combo en La Feria de Cali, en diciembre de 1976, luego de la intervención en tarima de la orquesta Dimensión Latina, Andy recibió un acercamiento del director del grupo venezolano para que sustituyera a Oscar D'León. La oferta fue seductora: $100 mil por año, el compromiso de realizar dos bailes a la semana y el resto cobrado por separado, un contrato con la firma TH Records para grabar como solista y, además, la disposición de una residencia y un automóvil. Andy regresó a Puerto Rico sin responder y al cabo de dos meses, en febrero de 1977, le inquirieron sobre la propuesta y aceptó. "Cuando me llamaron no me atrevía decírselo a Rafa y él se enteró por otras personas, que de hecho, eso le dolió mucho y creo que lo resintió. Él nunca me tuvo rabia, era como un dolor porque se le iba un hijo", dice. Así, en 1977 el nombrado "Niño de Trastalleres" abandonó El Gran Combo, se estableció en Venezuela e inició una nueva etapa en su carrera artística como cantante principal de la Dimensión Latina. Con la agrupación venezolana permaneció tres años y medio, grabó ocho discos y logró una cantera de éxitos como "El eco del tambor", "Pan de piquito", "Mujer impura", "Mi bambolaye", "Ritmos cubanos", "Hay que gozar", "Como canto yo", "Vuelve", "Rumberos de ayer", "Son del bohío", "Ave María, Lola", "Mi son oriental" y "Cantante errante". En ese periodo también produjo sus primeros discos en solitario, al mismo tiempo que comenzó a aparecer en varias grabaciones junto a la Puerto Rico All Stars, con la que logró éxitos como "Reunión en la cima", "Isla bonita" y "Homenaje al Mesías", este último dedicado a Eddie Palmieri. Plantó su señorío en las artes nacionales Tras cubrirse de éxito y fama como miembro de la orquesta venezolana Dimensión Latina y con un historial fascinante curtido a la sombra de El Gran Combo, Andy Montañez decidió regresar a Puerto Rico, a finales de 1980, para continuar su carrera musical en solitario. A su arribo a la Isla, inició con el acompañamiento de una orquesta de trombones, que dirigía un músico de Caguas de nombre Tino, aunque su estancia en el grupo fue breve. Al año, recibió el acercamiento del veterano músico Pedro Morales Cortijo ("Don Periñón") y es cuando formaliza un proyecto musical más a tono con las características sonoras que había logrado hilvanar en sus dos décadas de vocalista, y de la que se derivó la primera producción con su orquesta, "Salsa con caché", trabajada para el sello TH Records. De inmediato sentó pautas en el mercado con los éxitos "Milonga para una niña" y "El juicio de los animales", entre otros. Luego, produjo el álbum "Paraustedes… con sabor" (1981), seguido por "Andy Montañez hoy… y ayer" (1982) y "Versátil" (1983). Habían transcurrido tres años de constituida su agrupación cuando incorpora la participación del mayor de sus hijos, Andicito, en calidad de corista, iniciando de esa manera la conformación de un colectivo musical familiar, que al poco tiempo recibió la presencia de su segundo hijo, Harold, en 1986, y su hija Liza, en 1992. Con Andicito lanzó al mercado el disco "Andy Montañez" (1984), que incluyó los temas "Dulce veneno", "Payaso" y "Genio y figura", una melodía de la inspiración de Tite Curet Alonso que alude a la relación del veterano cantante con su vástago. "Me gustó la idea de tener a mis hijos conmigo, aunque nunca lo forcé. Al cabo del tiempo, la gente nos ha nombrado la "Dinastía Montañez", que es una gran satisfacción porque sabes que puedes compartir con tus hijos en todo momento", comenta el salsero, un voraz lector, fanático de la música clásica y admirador del Premio Nobel de Literatura José Saramago. El catálogo musical de Andy continuó ensanchándose con las producciones "El eterno enamorado" (1988), "Todo nuevo" (1990), "El catedrático de la salsa" (1991), "El swing de siempre" (1992) y "Salsa con caché" (1993), entre otros. En todos esos años, el intérprete de "Las hojas blancas" fue cosechando innumerables éxitos dentro y fuera de Puerto Rico, destacándose su participación en la Exposición Universal de Sevilla, en 1992, y su visita a Japón, en 1993, junto a El Gran Combo. En 1996 comenzó un proyecto musical maravilloso junto a su homólogo Ismael Miranda dirigido a evocar la nostalgia romántica de los años 50 y 60, cuyo producto se recogió en tres álbumes de boleros: "Al son del bolero" (1996), "Románticos de nuevo" (1997) y "Con alma de niño" (1998). Con más de cuatro décadas de historia, el salsero –que vive absorto por la palabra y cuenta con un dulce encanto para comunicarse, elevando su verbo a canción y transformando su menaje en melodía– también ha sabido ganarse el favor del público por sus apariciones en zarzuelas, obras de teatro, proyectos cinematográficos, telenovelas y unitarios. "Respeto mucho lo que hago y creo que ahí estriba el éxito. Además, soy muy dichoso. He ganado muchas cosas, pero lo más importante, el cariño del pueblo", afirma. Nacido el 7 de mayo de 1942 en Santurce, Puerto Rico, la voz rica y poderosa de Andy Montañez fue parte esencial del sonido característico de la leyenda de salsa El Gran Combo. En 1977, la Dimensión Latina, ubicada en Venezuela, país rica del petroleo, le hizo una oferta lucrativa que no pudo rechazar y se integró a la banda como cantante co-líder hasta 1980, cuando los abandonó para lanzarse en su carrera como solista. Lanzó un gran número de álbumes durante los 80s y en 1990. Su álbum de 1983 Hoy ... Y Ayer, contiene una mezcla de éxitos de El Gran Combo para conmemorar su vigésimo aniversario. Emulando a El Gran Combo, Montañez usa una alineación que contiene dos trompetas, dos saxofones, y un trombone más una sección de ritmo (conga, bongo, timbales, cencerro, maracas, bajo, piano) y coro. En 1985 lanzó el álbum bajo su propio nombre, Andy Montañez, que estuvo en las primeras posiciones de todas las listas musicales, y fue una de sus mejores producciones. Contiene la insuperable composición de Catalino Curet Alonso "Genio y Figura". Ernesto Rivera escribió todos los arreglos y los hijos de Montañez, Andy Jr. y Harold, hicieron el coro. Los hijos se hicieron miembros de la banda de Andy, dirigida por el ostentoso timbalero Don Perignon, quien lo acompanó en el éxito "Mejor Acompañado Que Nunca" en 1986. Este fue otro álbum muy bueno y contiene la excepcional canción Bobby Valentín. En 1990, Carrión se convirtió en miembro de la Sonora Ponceña. Andy fue centro de controversia a principios de 1989 cuando el Club Kiwanis, que organiza el Festival de la Calle Ocho de Miami, vetó su aparición porque había visitado Cuba en 1979 cuando aún era miembro de la Dimensión Latina. Paradójicamente, a Montañez se le había permitido presentarse en el festival durante los cuatro años anteriores. Andy respondió diciendo que su visión política era privada, y añadio que el no era comunista. El mismo año, Montañez y El Gran Combo aparecieron juntos en el Festival de Jazz y Herencia de Nueva Orleans. Montañez volvió en 1990 con Todo Nuevo; grabado con algunos de los mejores músicos de sesión de Puerto Rico. La canción "Fantasma", arreglada por el trompetista Tommy Villareny, fue el primer éxito del álbum. En la tradición de los álbumes del Puerto Rico Todos Estrellas de los 70s en los que Andy participó, Don Perignon congregó a una mini-galaxia de las estrellas puertorriqueñas del momento bajo la bandera de La Puertorriqueña para el Festival De Soneros en 1990. Además de Montañez, otros artistas involucrados en este proyecto fueron: Gilberto Santa Rosa, Pedro Brull (de Mulenze), Luisito Carrión, Primi Cruz (de la banda de Willie Rosario), los cantantes principales fueron Tony Vega, Alex D'Castro, coro; Mario Ortiz, trompeta; Humberto Ramírez, arreglista, co-director musical y trompeta; Andy Guzmán, piano y arreglista. Los principales compositores puertorriqueños Catalino Curet Alonso y Johnny Ortíz, se cuentan entre quienes contribuyeron sus canciones. Montañez volvió en 1990 con Todo Nuevo; grabado con algunos de los mejores músicos de sesión de Puerto Rico. La canción "Fantasma", arreglada por el trompetista Tommy Villareny, fue el primer éxito del álbum. En la tradición de los álbumes del Puerto Rico Todos Estrellas de los 70s en los que Andy participó, Don Perignon congregó a una mini-galaxia de las estrellas puertorriqueñas del momento bajo la bandera de La Puertorriqueña para el Festival De Soneros en 1990. Además de Montañez, otros artistas involucrados en este proyecto fueron: Gilberto Santa Rosa, Pedro Brull (de Mulenze), Luisito Carrión, Primi Cruz (de la banda de Willie Rosario), los cantantes principales fueron Tony Vega, Alex D'Castro, coro; Mario Ortiz, trompeta; Humberto Ramírez, arreglista, co-director musical y trompeta; Andy Guzmán, piano y arreglista. Los principales compositores puertorriqueños Catalino Curet Alonso y Johnny Ortíz, se cuentan entre quienes contribuyeron sus canciones. 

jueves, 1 de septiembre de 2016

Salsa Nino Segarra Puerto Rico


Biografia:

Destacado cantante, arreglista y compositor. Nació en Maricao, Puerto Rico. Domina diversos instrumentos tales como: guitarra, bajo, mandolina, cuatro y percusión. Nino Segarra obtuvo su bachillerato en Música Aplicada (voz, arreglos y composición) y otro título en educación musical de la Universidad Interamericana de San Germán. A los 14 años se inició tocando guitarra e instrumentos de percusión, pero su ingreso al profesionalismo lo hizo a los 16 años con la agrupación "The Monarc" como intérprete de guitarra. Un año después inició sus actividades como cantante interpretando el género de la balada. Sus primeros arreglos musicales los grabó con la orquesta Mundo de Ponce, dirigida por el maestro Jossie León. Luego efectuó una diversidad de arreglos en Puerto Rico para obras teatrales y composiciones sinfónicas. En 1988 realizó arreglos para artistas como Andy Montañez, Marvin Santiago, Eddie Santiago, Oscar de León, Lalo Rodríguez, Amilcar Boscan y Orquesta La Selección, entro otros. En la especialidad de la salsa ha grabado siete producciones. La producción "Con la música por dentro" fue el inicio de la carrera ascendente de Nino Segarra, convirtiéndolo en uno de los cantantes de música bailable más aclamados. El tema "Porque te amo" de ese producción, logró mantener los primeros lugares de ventas en Estados Unidos, Puerto Rico y América Latina. Otras producciones en el género de la salsa romántica son: El Maestro, Solo por ti y Loco de Amor La calidad del contenido de sus producciones en combinación con su voz convierten a Nino en un artista de reconocido talento. En el presente, Nino, está promoviendo su reciente producción "Romántico Salsero" la cual fue lanzada el 10 de noviembre de 1998 Su ultimo concierto en Medellín se realizo el 21 de septiembre del 2001 en compañía de Eddie Santiago, Willie Gonzáles, David Pabón dicha presentación se realizo en el estadio Atanasio Girardot. En la actualidad los coros de la producción de Willie Gonzáles titulada “REENCUENTROS” tienen el toque romántico y acompañamiento de Nino Segarra. 

jueves, 18 de agosto de 2016

Salsa Ismael Miranda Puerto Rico

Biografia:

Ismael Miranda, nació en Aguada, Puerto Rico. Mostrando desde pequeño interés por la música, a los 11 años formó parte de grupos de vocalización llamados "The 4 J's" y "Little Jr. and the Class Mates". Participó con ellos en varias actividades, incluyendo una de las primeras ediciones del espectáculo que celebraba Jerry Lewis para la Distrofia Muscular en Palm Gardens. En su continuo interés por la música, sobre todo el género afroantillano, formó parte del Sexteto Pipo y su Combo y del grupo Andy Harlow y su Sexteto. En el mismo cantó y tocó conga. En 1967 hizo su primera grabación discográfica con Joey Pastrana titulada "Let's Ball". En ésta el entonces adolescente Ismael se anotó su primer éxito radial con "Rumbón melón". Con la buena impresión que causó sus actuaciones con Andy Harlow, el hermano de éste, Larry, decidió reclutarlo para su orquesta. Ismael Miranda inició su ciclo de grabaciones con el llamado "Judío Maravilloso" en el álbum "El Exigente". Convencido del potencial del joven cantante, en 1968 Larry lanzó una nueva producción titulada "Orquesta Harlow presenta a Ismael Miranda". Y a renglón seguido, los aciertos se repitieron disco tras disco con las grabaciones "Electric Harlow", "Tribute to Arsenio Rodríguez", "Harlow's Harem", "Abran paso" y "Oportunidad". Con Larry Harlow Ismael incursionó también en el campo de la composición, compartiendo créditos con éste en los temas "La revolución", "Guasasa", "Arsenio", "El malecón" y "Lamento cubano", entre otros. A la edad de 19 años se integra a las Estrellas de Fania convirtiéndose en el cantante más joven que componían este grupo, ganándose el mote de "El Niño Bonito de la Salsa". En pleno auge de la salsa, Ismael irrumpió con fuerza espectacular en las ondas en 1973 al lanzar al mercado la producción "Así se compone un son". Este disco, editado por el sello Fania, marcó el inicio del cantante con su propia agrupación, la Orquesta Revelación. Con ellos tomó por asalto la cuenca del Caribe, los mercados latinos de los Estados Unidos y Europa. Posteriormente su carrera le dio innumerables aciertos en la música. Temas como "La cama vacía", "La copa rota", "Borinquen tiene montuno", "Como mi pueblo" y "Las cuarentas" le ganaron amplia difusión radial. En la composición también se anotó éxitos como "Señor sereno", "Abren paso", "Así se compone un son", "Lupe, Lupe" y "Pa' bravo yo", esta última popularizada por el sonero cubano Justo Betancourt. En la década del 80 grabó varias producciones con su sello discográfico independiente. En 1986 su grabación "Versos de nuestra cultura" junto al cantautor José Nogueras fue uno de los grandes aciertos de la temporada navideña de ese año. En 1988 anunció su intención de retirarse de los medios artísticos. Pero esa idea nunca llegó a cristalizarse. Entrados los años 90, Ismael ha grabado con su propio sello discográfico, IM Records, y con la compañía RMM. Y en las postrimerías de la década su unión a Andy Montañes en un proyecto discográfico de boleros del ayer, ha dado ya tres exitosas producciones en suelo nacional. 

jueves, 26 de mayo de 2016

Salsa Tite Curet Puerto Rico

Biografia:

Es uno de los compositores puertorriqueños más prolíferos de la última mitad de siglo. Y uno de los que más canciones ha llevado al primer lugar de la popularidad. Catalino Curet Alonso nació en el barrio Hoyo Inglés del municipio de Guayama. Su madre era costurera. Su padre era músico de la orquesta de Simón Madera y profesor de español. Ante la separación de sus progenitores, Tite se mudó con su madre a Barrio Obrero de San Juan. Y según recuerda, cuando le solicitaba dinero a su padre, éste le devolvía la carta, marcada con la debida corrección de acentos, y con el pedido cumplido. Su carrera en la música comenzó con educación básica en teoría y solfeo con el profesor Jorge Rubián. Sus primeros pasos en la composición los dio en Nueva York, en 1965, cuando compuso para Joe Quijano sus primeros temas. Tres años más tarde, Tite compuso la canción "El gran tirano" para el bolerista cubano Roberto Ledesma. Y ante la no utilización del número por parte de éste, se dio la oportunidad de adaptar la canción, en una versión femenina, para la cantante cubana La Lupe. "La tirana" convirtió a Tite Curet en una sensación del pentagrama popular. Y añadiendo al repertorio de la legendaria intérprete "Carcajada final" y "Puro teatro", la carrera del compositor guayamés comenzó a despuntar en grande. En 1969 el trío Los Andinos le grabó "Detuve el reloj", el trío Los Condes se anotó un éxito similar con "Brujería" y Tito Rodríguez le convirtió en clásico los temas "Tiemblas" y "Don Fulano". Coincidiendo con el surgimiento del movimiento salsero en Nueva York, Tite Curet Alonso se convirtió en uno de los compositores de mayor demanda del movimiento. Su producción junto a Jerry Massucci para marcar el regreso de Cheo Feliciano a la canción hizo historia y produjo éxitos como "Anacaona", "Mi triste problema", "Pa' que afinquen", "Si por mi llueve" y "Franqueza cruel". En 1971 le dio a Willie Colón el éxito "Piraña". Meses más tarde produjo para Ray Barretto "Testigo fui" y "Vale más un guaguancó". Su comunión con el género afroantillano le dio aciertos como "Las caras lindas de mi gente negra" y "De todas maneras rosas" grabadas por el sonero Ismael Rivera, "Periódico de ayer" interpretada por Héctor Lavoe, "Plantación adentro" compuesta para Rubén Blades, "La esencia del guaguancó" cantada por Pete "El Conde" Rodríguez y "El prestamista" producida para el maestro Rafael Cortijo. Sin embargo, su versatilidad como compositor le ha llevado más allá de la salsa para incursionar en otros géneros como compositor. En la balada produjo "Tema de Nilsa" que le grabara Johnny Olivo. En el merengue "Yo me dominicaniso" para Los Hijos del Rey. En la etapa del neofolklore compuso para Tony Croatto "Cucubano", que posteriormente grabara el quinteto internacional Menudo. Y sus temas navideños han formado parte del repertorio de varios cantantes. Su presencia en competencias internacionales se dio con la participación de Los Hermanos Castro en el Festival de Río, donde interpretaron su composición en portugués "Y después del amor". En Buga, Colombia, obtuvo el primer lugar con "Deja al poeta cantar" que interpretó Irma Bruno. En el Festival de la Salsa en Venezuela llegó a la posición cimera con "Sal saludando" interpretado por Cheo Feliciano. Ha trabajado versiones al español de numerosos temas internacionales. Le dio letra en español a "Candilejas" de Charlie Chaplin que grabó Wilkins, su versión de "Si yo fuera rico" le dio un gigantesco éxito a Chucho Avellanet, así como trabajó las primeras versiones al español que grabó Nelson Ned. Sus composiciones han formado parte de la banda sonora de películas como "Mujeres al borde de un ataque de nervios", "Bad Habits" y "Godfather II". Junto a su labor como compositor, Tite Curet ha desarrollado una extensa carrera periodística a través de publicaciones como "Variedades", "Estrellas", "El Mundo", El Reportero", "Vea" y "El Vocero". Ha publicado el libro "De la vida misma", así como mantiene un programa semanal en Radio Universidad.

miércoles, 18 de mayo de 2016

Salsa Raphy Leavitt Puerto Rico

Biografia:

Nacido el 17 de septiembre de 1948 en Puerta de Tierra, barrio de San Juan, Puerto Rico, de familia de clase media, Raphy quedó huérfano de madre cuando apenas contaba con tres años de edad. Una década más tarde, en plena preadolescencia, el sentido de pérdida lo volvió a impactar al morir su progenitor. Recibió su educación elemental, intermedia y secundaria en el colegio San Agustín, localizado en el mismo barrio donde nació. Al graduarse de la Escuela Superior recibió el honor de "Excelencia General". Ingresó en la Universidad de Puerto Rico con matrícula de honor, donde estudió Administración Comercial, especializándose en Administración de Negocios y Contabilidad. Desde muy temprano en su adolescencia, Raphy Leavitt dejó sentir su inquietud por la música popular. Inicialmente estudió acordeón en la Academia de George Kudirka. Posteriormente formó el conjunto musical Los Señoriales y en 1966, fundó La Banda Latina. En esta etapa de su carrera Raphy sólo interpretaba los éxitos de otras orquestas. Pero la informalidad de muchos de los integrantes de ambos grupos llevó al joven músico a buscar una forma más seria de abordar la salsa. Al llegar a sus años de universitario, comienza a despertar en Raphy el deseo de aportar algo positivo al género afroantillano, el cual era considerado escandaloso y sin sentido. En esta etapa de su vida, Raphy se propuso demostrar que dicha música podía enriquecer a la sociedad con canciones que llevaran un mensaje, sin necesidad de recurrir a la chabacanería. Cuando en 1971 la salsa dominaba el pentagrama puertorriqueño era un hecho consumado, Raphy Leavitt apareció con una nueva orquesta de jóvenes talentos llamada La Selecta. Su primera composición se titulo "Payaso", un bolero montuno cuya grabación marcó un triunfo trascendental para la novel orquesta La Selecta. En esta composición Raphy introdujo a la música de la salsa la utilización de soneos (inspiraciones del vocalista) en forma de décimas puertorriqueñas. Con esta selección La Selecta se colocó entre las principales orquestas de Puerto Rico; trascendió en el pentagrama con canciones como "Te equivocaste" y "Lamento rumbero" y recibió los galardones Disco de Oro y 45 de Oro. En 1972, al cumplir La Selecta su primer aniversario, surgió de la inspiración de Leavitt, su segundo super éxito "Jíbaro soy". Canción que marca el período de la afirmación nacional en la salsa de los 70's, "Jíbaro soy" reafirmó la fuerza de La Selecta y la encumbró nuevamente hacia primeros lugares. Debido al éxito de esta canción, la orquesta salió en gira artística por el Este de los Estados unidos, sin haber terminado la grabación del disco de larga duración donde aparecía "Jíbaro soy". Desafortunadamente el grupo tuvo un fatal accidente automovilístico en Connecticut en el que perdió la vida el trompetista de la orquesta Luisito Maisonet, mientras el propio Leavitt quedó al borde de la muerte. Tanto Raphy como otros tres integrantes de la orquesta permanecen hospitalizados por seis largos meses. Pero mientras se recuperaba de las heridas, le surgió la inspiración para uno de los éxitos más impactantes de su trayectoria: "La cuna blanca". Como homenaje póstumo a la memoria de Luisito, esta composición se difundió con fuerza en territorio nacional, así como trascendió en países como Panamá, Venezuela, Colombia y en el mercado latino del los Estados Unidos. "La cuna blanca" le dio Raphy su segundo Disco de Oro. Pero además le mereció el premio "Compositor del Año" y el "Busto de Oro Rafael Hernández". En el primer concierto de Nueva York, luego del accidente, recibió la "Placa de Bronce del Madison Square Garden" En su visita a Panamá se le otorgaron los premios Búho de Oro, Grupo Orquestal más popular y Orquesta Internacional más Popular. Produce en 1976 el cuarto éxito de La Selecta; "El buen pastor", por el cual recibió un 45 de Oro y entró de lleno al mercado de Venezuela. La Selecta recibió en 1987 el Premio Diplo como Orquesta del Año. Tras 19 años de labor profesional, Raphy Leavitt comenzó en la década del 90, estableciendo su propio sello disquero, identificado como R.L. Récords. "Café colao", "Soldado", "Amor y paz", Lamento Jíbaro", "Dueña y señora" y "A la sombra del flamboyán", han sido algunos de los éxitos musicales que han coronado la labor de Raphy Leavitt y su orquesta La Selecta. Esta agrupación, que ha contado con las voces de figuras como Sammy Marrero, Tony Vega, Carlitos Ramírez, Osvaldo Díaz, se ha mantenido firme en su propósito de no recurrir a la vulgaridad o a temas de doble sentido para ganar popularidad.En 1971, el joven pianista Rafael Leavitt Rey decidió organizar una orquesta de salsa desafiando los moldes rítmicos de las bandas que, hasta entonces, dominaban el mercado musical. Su propuesta, que contrastaba el trabajo que realizaban las agrupaciones que operaban bajo la égida del sello Fania, consistió en trastocar las sonoridades afrocaribeñas dominantes en la rítmica salsera de Nueva York para incorporar al repertorio del género la herencia de nuestra música campesina, despertando la memoria de las grandes aportaciones de nuestro cancionero autóctono, con énfasis en la décima y el seis chorreao. Esta acción, además de sellar el distintivo de identidad de la naciente orquesta, imprimió a la salsa un estilo único que enriqueció el género. Así surgió La Selecta, una agrupación que en términos líricos se enfocó en interpretar canciones para "despertar la conciencia de un pueblo en su lucha por la justicia social". "En una etapa de mi carrera vi que era el momento preciso para incluir lo nuestro y no dejarlo rezagado, porque nuestra música típica es tan sabrosa como otra y no hay por qué centrarse solamente en los ritmos afroantillanos", sostiene el veterano músico, conocido en la grey salsera como Raphy Leavitt. Su audacia armónica se hizo perceptible en los mambos y moñas que acompañan sus repertorios, en el sonido de los trombones, en los piquetes y fraseos de las trompetas, en el contenido de sus letras, en la ejecución de los músicos y la interpretación de sus cantantes. La Selecta se erigió como una entidad musical diferente, con olor a pueblo. Una banda que enriquecía la música popular puertorriqueña con una sonoridad exclusiva que aportó al género un nuevo estilo. El baluarte de su distintivo radicó, al final, en la combinación selecta de intercalar en el sonido salsero los acordes de bomba, plena y seis chorreao en sus interludios, haciendo de ésta una expresión de "salsa jíbara". Punto final en la cohesión de la propuesta de Raphy Laevitt, quien nació el 17 de septiembre de 1948, fue la incorporación del talento vocal de Sammy Marrero, quien no dudó en aceptar el reto de esa experimentación e innovación rítmica. En su primera etapa, La Selecta cultivó grandes éxitos que se recogen en sus primeras producciones: "Payaso" (1971), "Mi barrio" (1972), "Jíbaro soy" (1973) y "Herido" (1974) y que aún figuran entre las favoritas del público. La consolidación de este proyecto se logró con "Jíbaro soy", un tema trabajado en décimas y que fue responsable de mantener la vigencia de la orquesta aun cuando ésta permaneció inactiva como consecuencia de la hospitalización de Raphy Leavitt, luego de sufrir un accidente de tránsito en la ciudad de Nueva York, y que también provocó el fallecimiento de su mano derecha, el trompetista Luisito Maysonet Ramos. El niño del piano acordeón La fascinación musical de Raphy Leavitt surgió en su hogar, una diminuta casa de madera con balcón grande que ubicaba en el número 52 de la calle San Juan Bautista, en el barrio sanjuanero de Puerta de Tierra. Allí, su padre, José Leavitt Sánchez, tocaba el violín y sus tías Jessie y Roselín interpretaban el piano. También le provocaba un gran atractivo apreciar el desfile de talentos que se presentaba en el programa de televisión que conducía Rafael Quiñones Vidal, creador de la "pesetita voladora", en el que, narra, fue seducido por el sonido del piano acordeón. "Yo veía, aquel señor, en ese programa que tocaba el piano acordeón y yo le decía a papi que ése era el instrumento que quería tocar. Yo tenía cuatro o cinco años y él me apuntó en la academia de Goerge Kudirka, que era famoso porque tocaba en el Suite Chalette, en la parada 22 de Santurce y ése fue el instrumento que estudié. Más tarde pertenecí a su orquesta, compuesta por estudiantes", afirma. Corría el año 1966 y, siendo apenas un joven de 18 años de edad, Raphy Leavitt acarició su primera experiencia profesional en la música en una agrupación familiar, El Combo los Rey, que unió a seis primos hermanos: Ramón Rey (timbal), Francisco "Paquitín" Rey (bajo), Guillermo Marín Rey (voz y congas), Rafael Santiago Rey (voz y güiro), Eloy Santiago Rey (bongó) y Rafael Leavitt Rey (piano acordeón). La banda se caracterizó por la interpretación de la música popular tradicional, con énfasis en el pasodoble, el bolero, el merengue y la guaracha, música bailable. Esta experiencia duró dos años y, en 1968, tras la salida de los hermanos Ramón y Francisco Rey para formar parte del acompañamiento de Los Alegres Tres –con Damirón, Chapuseaux y Sylvia de Grasse–, Raphy Leavitt decidió crear su propia agrupación, que nombró Los Señoriales y que mantuvo el mismo patrón rítmico de música tradicional. "Yo ejecutaba todas las líneas melódicas y el piano acordeón. Tocamos en el Sandy Hills de Luquillo y pegamos", asegura, al tiempo que confiesa que temprano en la trayectoria de su banda se percató de que el nombre "era muy fino para la música popular y rápido le cambié el nombre a La Banda Latina". Salsa con conciencia nacional Cercano al 1970 las inquietudes artísticas y sociales del joven músico superaban el alcance que le otorgaba el proyecto que ejecutaba con La Banda Latina. Sus intenciones retaban las críticas que "gente clasista" vertían contra la música popular, en especial la salsa, por lo que decidió explorar nuevos rumbos. "Hubo muchos que entendían que la música popular era chabacana y una 'latería', y eso me lleva a abandonar mi historia de El Combo los Rey, Los Señoriales y La Banda Latina, entendiendo que la salsa se podía enriquecer con canciones que llevaran mensajes profundos. De ahí viene el reto, crear un nuevo estilo con canciones diferentes a los temas jocosos y rítmicos de la época, que carecían de contenido y mensaje", relata. Su viaje musical lo condujo a la experimentación de una nueva fórmula que conjugara su ideario social conEn 1971, el joven pianista Rafael Leavitt Rey decidió organizar una orquesta de salsa desafiando los moldes rítmicos de las bandas que, hasta entonces, dominaban el mercado musical. Su propuesta, que contrastaba el trabajo que realizaban las agrupaciones que operaban bajo la égida del sello Fania, consistió en trastocar las sonoridades afrocaribeñas dominantes en la rítmica salsera de Nueva York para incorporar al repertorio del género la herencia de nuestra música campesina, despertando la memoria de las grandes aportaciones de nuestro cancionero autóctono, con énfasis en la décima y el seis chorreao. Esta acción, además de sellar el distintivo de identidad de la naciente orquesta, imprimió a la salsa un estilo único que enriqueció el género. Así surgió La Selecta, una agrupación que en términos líricos se enfocó en interpretar canciones para "despertar la conciencia de un pueblo en su lucha por la justicia social". "En una etapa de mi carrera vi que era el momento preciso para incluir lo nuestro y no dejarlo rezagado, porque nuestra música típica es tan sabrosa como otra y no hay por qué centrarse solamente en los ritmos afroantillanos", sostiene el veterano músico, conocido en la grey salsera como Raphy Leavitt. Su audacia armónica se hizo perceptible en los mambos y moñas que acompañan sus repertorios, en el sonido de los trombones, en los piquetes y fraseos de las trompetas, en el contenido de sus letras, en la ejecución de los músicos y la interpretación de sus cantantes. La Selecta se erigió como una entidad musical diferente, con olor a pueblo. Una banda que enriquecía la música popular puertorriqueña con una sonoridad exclusiva que aportó al género un nuevo estilo. El baluarte de su distintivo radicó, al final, en la combinación selecta de intercalar en el sonido salsero los acordes de bomba, plena y seis chorreao en sus interludios, haciendo de ésta una expresión de "salsa jíbara". Punto final en la cohesión de la propuesta de Raphy Laevitt, quien nació el 17 de septiembre de 1948, fue la incorporación del talento vocal de Sammy Marrero, quien no dudó en aceptar el reto de esa experimentación e innovación rítmica. En su primera etapa, La Selecta cultivó grandes éxitos que se recogen en sus primeras producciones: "Payaso" (1971), "Mi barrio" (1972), "Jíbaro soy" (1973) y "Herido" (1974) y que aún figuran entre las favoritas del público. La consolidación de este proyecto se logró con "Jíbaro soy", un tema trabajado en décimas y que fue responsable de mantener la vigencia de la orquesta aun cuando ésta permaneció inactiva como consecuencia de la hospitalización de Raphy Leavitt, luego de sufrir un accidente de tránsito en la ciudad de Nueva York, y que también provocó el fallecimiento de su mano derecha, el trompetista Luisito Maysonet Ramos. El niño del piano acordeón La fascinación musical de Raphy Leavitt surgió en su hogar, una diminuta casa de madera con balcón grande que ubicaba en el número 52 de la calle San Juan Bautista, en el barrio sanjuanero de Puerta de Tierra. Allí, su padre, José Leavitt Sánchez, tocaba el violín y sus tías Jessie y Roselín interpretaban el piano. También le provocaba un gran atractivo apreciar el desfile de talentos que se presentaba en el programa de televisión que conducía Rafael Quiñones Vidal, creador de la "pesetita voladora", en el que, narra, fue seducido por el sonido del piano acordeón. "Yo veía, aquel señor, en ese programa que tocaba el piano acordeón y yo le decía a papi que ése era el instrumento que quería tocar. Yo tenía cuatro o cinco años y él me apuntó en la academia de Goerge Kudirka, que era famoso porque tocaba en el Suite Chalette, en la parada 22 de Santurce y ése fue el instrumento que estudié. Más tarde pertenecí a su orquesta, compuesta por estudiantes", afirma. Corría el año 1966 y, siendo apenas un joven de 18 años de edad, Raphy Leavitt acarició su primera experiencia profesional en la música en una agrupación familiar, El Combo los Rey, que unió a seis primos hermanos: Ramón Rey (timbal), Francisco "Paquitín" Rey (bajo), Guillermo Marín Rey (voz y congas), Rafael Santiago Rey (voz y güiro), Eloy Santiago Rey (bongó) y Rafael Leavitt Rey (piano acordeón). La banda se caracterizó por la interpretación de la música popular tradicional, con énfasis en el pasodoble, el bolero, el merengue y la guaracha, música bailable. Esta experiencia duró dos años y, en 1968, tras la salida de los hermanos Ramón y Francisco Rey para formar parte del acompañamiento de Los Alegres Tres –con Damirón, Chapuseaux y Sylvia de Grasse–, Raphy Leavitt decidió crear su propia agrupación, que nombró Los Señoriales y que mantuvo el mismo patrón rítmico de música tradicional. "Yo ejecutaba todas las líneas melódicas y el piano acordeón. Tocamos en el Sandy Hills de Luquillo y pegamos", asegura, al tiempo que confiesa que temprano en la trayectoria de su banda se percató de que el nombre "era muy fino para la música popular y rápido le cambié el nombre a La Banda Latina". Salsa con conciencia nacional Cercano al 1970 las inquietudes artísticas y sociales del joven músico superaban el alcance que le otorgaba el proyecto que ejecutaba con La Banda Latina. Sus intenciones retaban las críticas que "gente clasista" vertían contra la música popular, en especial la salsa, por lo que decidió explorar nuevos rumbos. "Hubo muchos que entendían que la música popular era chabacana y una 'latería', y eso me lleva a abandonar mi historia de El Combo los Rey, Los Señoriales y La Banda Latina, entendiendo que la salsa se podía enriquecer con canciones que llevaran mensajes profundos. De ahí viene el reto, crear un nuevo estilo con canciones diferentes a los temas jocosos y rítmicos de la época, que carecían de contenido y mensaje", relata. Su viaje musical lo condujo a la experimentación de una nueva fórmula que conjugara su ideario social conEn 1971, el joven pianista Rafael Leavitt Rey decidió organizar una orquesta de salsa desafiando los moldes rítmicos de las bandas que, hasta entonces, dominaban el mercado musical. Su propuesta, que contrastaba el trabajo que realizaban las agrupaciones que operaban bajo la égida del sello Fania, consistió en trastocar las sonoridades afrocaribeñas dominantes en la rítmica salsera de Nueva York para incorporar al repertorio del género la herencia de nuestra música campesina, despertando la memoria de las grandes aportaciones de nuestro cancionero autóctono, con énfasis en la décima y el seis chorreao. Esta acción, además de sellar el distintivo de identidad de la naciente orquesta, imprimió a la salsa un estilo único que enriqueció el género. Así surgió La Selecta, una agrupación que en términos líricos se enfocó en interpretar canciones para "despertar la conciencia de un pueblo en su lucha por la justicia social". "En una etapa de mi carrera vi que era el momento preciso para incluir lo nuestro y no dejarlo rezagado, porque nuestra música típica es tan sabrosa como otra y no hay por qué centrarse solamente en los ritmos afroantillanos", sostiene el veterano músico, conocido en la grey salsera como Raphy Leavitt. Su audacia armónica se hizo perceptible en los mambos y moñas que acompañan sus repertorios, en el sonido de los trombones, en los piquetes y fraseos de las trompetas, en el contenido de sus letras, en la ejecución de los músicos y la interpretación de sus cantantes. La Selecta se erigió como una entidad musical diferente, con olor a pueblo. Una banda que enriquecía la música popular puertorriqueña con una sonoridad exclusiva que aportó al género un nuevo estilo. El baluarte de su distintivo radicó, al final, en la combinación selecta de intercalar en el sonido salsero los acordes de bomba, plena y seis chorreao en sus interludios, haciendo de ésta una expresión de "salsa jíbara". Punto final en la cohesión de la propuesta de Raphy Laevitt, quien nació el 17 de septiembre de 1948, fue la incorporación del talento vocal de Sammy Marrero, quien no dudó en aceptar el reto de esa experimentación e innovación rítmica. En su primera etapa, La Selecta cultivó grandes éxitos que se recogen en sus primeras producciones: "Payaso" (1971), "Mi barrio" (1972), "Jíbaro soy" (1973) y "Herido" (1974) y que aún figuran entre las favoritas del público. La consolidación de este proyecto se logró con "Jíbaro soy", un tema trabajado en décimas y que fue responsable de mantener la vigencia de la orquesta aun cuando ésta permaneció inactiva como consecuencia de la hospitalización de Raphy Leavitt, luego de sufrir un accidente de tránsito en la ciudad de Nueva York, y que también provocó el fallecimiento de su mano derecha, el trompetista Luisito Maysonet Ramos. El niño del piano acordeón La fascinación musical de Raphy Leavitt surgió en su hogar, una diminuta casa de madera con balcón grande que ubicaba en el número 52 de la calle San Juan Bautista, en el barrio sanjuanero de Puerta de Tierra. Allí, su padre, José Leavitt Sánchez, tocaba el violín y sus tías Jessie y Roselín interpretaban el piano. También le provocaba un gran atractivo apreciar el desfile de talentos que se presentaba en el programa de televisión que conducía Rafael Quiñones Vidal, creador de la "pesetita voladora", en el que, narra, fue seducido por el sonido del piano acordeón. "Yo veía, aquel señor, en ese programa que tocaba el piano acordeón y yo le decía a papi que ése era el instrumento que quería tocar. Yo tenía cuatro o cinco años y él me apuntó en la academia de Goerge Kudirka, que era famoso porque tocaba en el Suite Chalette, en la parada 22 de Santurce y ése fue el instrumento que estudié. Más tarde pertenecí a su orquesta, compuesta por estudiantes", afirma. Corría el año 1966 y, siendo apenas un joven de 18 años de edad, Raphy Leavitt acarició su primera experiencia profesional en la música en una agrupación familiar, El Combo los Rey, que unió a seis primos hermanos: Ramón Rey (timbal), Francisco "Paquitín" Rey (bajo), Guillermo Marín Rey (voz y congas), Rafael Santiago Rey (voz y güiro), Eloy Santiago Rey (bongó) y Rafael Leavitt Rey (piano acordeón). La banda se caracterizó por la interpretación de la música popular tradicional, con énfasis en el pasodoble, el bolero, el merengue y la guaracha, música bailable. Esta experiencia duró dos años y, en 1968, tras la salida de los hermanos Ramón y Francisco Rey para formar parte del acompañamiento de Los Alegres Tres –con Damirón, Chapuseaux y Sylvia de Grasse–, Raphy Leavitt decidió crear su propia agrupación, que nombró Los Señoriales y que mantuvo el mismo patrón rítmico de música tradicional. "Yo ejecutaba todas las líneas melódicas y el piano acordeón. Tocamos en el Sandy Hills de Luquillo y pegamos", asegura, al tiempo que confiesa que temprano en la trayectoria de su banda se percató de que el nombre "era muy fino para la música popular y rápido le cambié el nombre a La Banda Latina". Salsa con conciencia nacional Cercano al 1970 las inquietudes artísticas y sociales del joven músico superaban el alcance que le otorgaba el proyecto que ejecutaba con La Banda Latina. Sus intenciones retaban las críticas que "gente clasista" vertían contra la música popular, en especial la salsa, por lo que decidió explorar nuevos rumbos. "Hubo muchos que entendían que la música popular era chabacana y una 'latería', y eso me lleva a abandonar mi historia de El Combo los Rey, Los Señoriales y La Banda Latina, entendiendo que la salsa se podía enriquecer con canciones que llevaran mensajes profundos. De ahí viene el reto, crear un nuevo estilo con canciones diferentes a los temas jocosos y rítmicos de la época, que carecían de contenido y mensaje", relata. Su viaje musical lo condujo a la experimentación de una nueva fórmula que conjugara su ideario social consus patrones armónicos y que uniera su visión de mundo con la musicalidad salsera. Se aproximaban nuevos retos para Raphy Leavitt, un desafío que sólo podía enlazarse en un proyecto distinto, atípico y selecto. Fatídico accidente marca la historia de la orquesta La noche del 28 de octubre de 1972, mientras cinco integrantes de La Selecta se transportaban de Nueva York hacia Connecticut para cumplir con sus compromisos profesionales, el vehículo en el que viajaban impactó contra una valla en la carretera dejando un saldo de dos muertos: Jesús Ruiz, el chofer, y Luisito Maisonet, trompetista y fiel colaborador de Raphy Leavitt. Como consecuencia del fatídico accidente, el líder de la agrupación sufrió una contusión cerebral que lo mantuvo inconsciente por cuatro meses. También sufrió fractura masiva en su cadera –que se rompió en 114 pedazos de huesos y tuvo que ser remendada con tornillos y clavos– y lesiones en el nervio ciático. Otro de los músicos, Richard López, el trombonista, tuvo fracturas en el fémur izquierdo. Postrado en una cama, sedado y en desconocimiento de los detalles del nefasto accidente, Raphy Leavitt vio en sus sueños las imágenes que iban dándole forma a las incidencias de aquella noche. Tuvo la visión de una cuna blanca y de la imagen de su eterno amigo, Luisito Maisonet, vestido de negro. "Una mañana escuché su trompeta y cuando abrí los ojos lo vi, y él me dijo: 'Ahora sí te voy a ayudar'", narra con pesar el veterano músico. De esa experiencia brotaron las letras de "La cuna blanca" , tema que se incluyó en el disco "Jíbaro soy" y que fue galardonado con un "Disco de Oro". Sin embargo, cuenta Raphy Leavitt, que mientras estuvo hospitalizado hubo músicos que en su afán trataron de copiar su propuesta musical y el estilo original de La Selecta, aunque sin éxito. El desencanto que le derivó "la mala fe" de sus colegas lo llevó a darle tema a su cuarta producción discográfica "Herido" (1974), que incluyó "Lamento jíbaro", "Dueña y señora" y "Mentira", entre otros. Luego de ese álbum llegó "A Record Inferno" (1975), seguido por "De frente a la vida" (1976), este último con los éxitos "El buen Pastor", "Viento" y "Te arrepentirás". A finales de la década llegó el disco "Cosquillita" (1978) –que dio a conocer al joven vocalista Tony Vega– y "Soledad", la última producción realizada para el Sello Borinquen. La Selecta ha ganado tres "Discos de Oro" y ha sido proclamada en Panamá como "Grupo Orquestal más Popular" (1972) y "Orquesta Internacional más Popular" (1973), además de ganar el "Búho de Oro" (1974). Este año obtuvo en Puerto Rico el premio "Tú Música", en la categoría de "Mejor Grabación Salsa" por su álbum "Raphy Leavitt y La Selecta: 30 años de historia musical". Selecta expresión del sentimiento popular En la memoria de Raphy Leavitt aún persiste el retrato de la gente de su barrio pobre de Puerta de Tierra, junto a la que conoció la pobreza, la marginación social y el fango. Poco a poco esas estampas se fueron fijando en su recuerdo, volcándose más tarde en melodías con textos sociales que se ocuparon de narrar las experiencias de vida de aquellos parroquianos, como se aprecia en la canción "Mi barrio" y "Corazón de niño". Sus canciones también se ocuparon de presentar el sentimiento religioso que clama por la perseverancia y la lucha, como dice "El buen Pastor", uno de los primeros temas religiosos que se graban en ritmo salsero. "Somos una familia" Más que una agrupación musical, Raphy Leavitt ha procurado hacer de su trabajo artístico la extensión de su familia, tratando a sus músicos como parientes y sosteniendo con ellos una estrecha relación afectiva. "Somos una familia y si echamos pa' lante, echamos juntos", sostiene el pianista. Dice, además, que su propuesta siempre ha buscado alejarse del concepto musical de la Fania, procurando ser más selectos en la compilación de su repertorio, en la musicalización de los temas – distanciándose de los patrones afrocaribeños– y presentando un comportamiento colectivo a tono con sus reflexiones sociales. "Siempre le he dicho a los muchachos, desde el primer día, que si estamos predicando una visión de mundo diferente, una forma de ser, no podemos permitir abusos con el pueblo, ni con mujeres, nada de perdición, ni uso de drogas, ni abuso de alcohol", confiesa. La Selecta se alza como una de las agrupaciones más portentosas del país justo en los años en que el imperio de Jerry Masucci y Johnny Pacheco, regentes de la Fania, dominaba el mercado de la música caribeña. En cambio, Raphy Leavitt nunca aceptó formar parte del equipo de bandas que agrupaba Fania, optando por la fidelidad que le guardaba a su sello disquero, Discos Borinquen, no empece a los acercamientos que recibió del propio Masucci. Y es que La Selecta se midió mano a mano con las grandes y afamadas orquestas de la época, y sin contar con los recursos promocionales que disponía Fania para mercadear sus productos se convirtió en una de las más importantes bandas salseras de Puerto Rico, calando con fuerza en el mercado latino de Estados Unidos, Europa y Asia. Su secreto, sostiene Raphy Leavitt, fue establecer el principio de transformar la lírica salsera con mensajes sociales, sin dejar de ser bailable y sabrosa pero "sin entrar en la chabacanería de sábanas mojadas, ni en la vulgaridad". De esa manera, cuando los temas sensuales y eróticos comenzaron a dominar el escenario salsero, La Selecta produjo el álbum "Provócame" (1990), una muestra más de las posibilidades melódicas y líricas que tiene el trato del tema amoroso lejos de lo ordinario y lo impúdico.Luchador incansable A los tres años de edad, Raphy Leavitt perdió a su madre y cuando era apenas un adolescente su padre murió, por lo que se crió con sus tías Jessie y Roselín Leavitt. Estudió gerencia y contabilidad en la Universidad de Puerto Rico en Río Piedras y llegó a desempeñarse como maestro de nivel secundario en el colegio San Agustín de Puerta de Tierra, donde estudió de niño. Antes de crear La Selecta, el músico no había grabado ni compuesto tema alguno. En el arte de la composición ha logrado un catálogo de sobre 120 temas, de los que cerca de 90 han sido grabados. Joe Quijano, Daniel Santos, Gilberto Santa Rosa y Marc Anthony han sido algunos de los artistas que han interpretado los temas "Jíbaro soy" y "Payaso". El director de La Selecta no vacila en criticar el "sonido genérico" de las nuevas orquestas de salsa "que no hace que los nuevos intérpretes se identifiquen". Asegura que su orquesta es una de las pocas instituciones salseras del país que se ha curtido con un estilo y sonido único, brindándole al público alternativas diferentes dentro de un mismo género, sin saturarlo. Fue la primera orquesta que introdujo a la salsa el sonido de la música típica. En 1971 Raphy Leavitt visitó todas las casas discográficas puertorriqueñas ofreciéndoles su orquesta para grabar un disco y nadie le dio la mano porque "decían que no se iban a arriesgar con una banda de jóvenes". Sólo el sello Discos Borinquen, del cubano Darío González, le dio la oportunidad. "Oye mi bongó" Las últimas grabaciones de Luisito Maisonet están contenidas en el disco "Jíbaro soy", en el que se destaca su interpretación de la trompeta en el bolero "Consentida". La única composición de Sammy Marrero, "Sólo fuiste una más", fue incluida en la producción "Diez años sembrando semillas en el alma del pueblo" (1982). El cantante Tony Vega debutó con La Selecta con el éxito "Cosquillita", en 1978. La Selecta fue pionera en los temas religiosos en la salsa al grabar "El buen Pastor", en la producción "De frente a la vida" (1976). El bolero "Y vuelvo a fallar" fue grabado como salsa en 1993, en un homenaje a Raphy Leavitt, por la orquesta La Mulenze, en su álbum "De regreso". Los temas "Payaso" y "La cuna blanca" le valieron el premio "Busto de Oro Rafael Hernández", otorgado por la viuda del afamado compositor puertorriqueño, María Pérez, en una ceremonia efectuada en San Juan, en 1973. Los temas "Amor y paz" y "Destino humano", ambas del disco "Mi barrio" (1972), fueron el hit parade simultáneamente. En menos de dos años, La Selecta se colocó como una de las agrupaciones más impactantes del patio musical, logrando un éxito arrollador que los llevó a visitar Centro y Sudamérica, Europa, Asia, África y las principales ciudades de Estados Unidos. Los temas "Lamento jíbaro", "Parranda selecta", "Fiestas de Navidad" y "Somos el son" intercalan un seis mapeyé dentro del cuerpo de la canción. Por 23 años, Carlitos Ramírez fue el segundo vocalista de La Selecta, y es recordado por sus éxitos "La cuica" y "La guiñaíta". El tema "Dueño y señora", interpretado por Feliz "Dino" Guy Casiano, se convirtió en un éxito en Haití y la República Dominicana. Otros cantantes que pertenecieron a La Selecta fueron Alex D'Castro, Eddie Santiago, Rafy Miranda y Roberto Ortiz. Sólo los dos últimos grabaron con la orquesta, en 1980. En la actualidad, Sammy Marrero comparte la responsabilidad vocal de la agrupación con Samuel Antonio ("Tony") Rivas. Defensor de la salsa con conciencia El enunciado que condujo a la creación de la orquesta La Selecta, en 1971, estuvo matizado por el reto de probar que la música arraigada al sentimiento popular merecía ser enriquecida con mensajes de conciencia social que abordaran las aspiraciones y anhelos de los sectores marginados del país, despertando su juicio y su cordura para que lucharan por un mejor país. "Era necesario que lleváramos en nuestra música alivio, un mensaje de paz y comprensión que le dijera a la gente vamos a luchar, vamos a marchar juntos para subir poco a poco. Dije que esta orquesta iba a ser diferente a las demás porque iba a un mensaje a la humanidad, como dijimos en el tema 'Destino humano', que escribió el bongocero de la orquesta, Felipe Román", afirma un inquebrantable Raphy Leavitt. Crear algo diferente, "selecto en el contenido de sus canciones pero con un sonido sabroso para gustar a los bailadores" llevó al entusiasta músico a una nueva exploración artística: la composición. "Ahora tenía que empezar a componer esas canciones y como iba a ser un estilo único y diferente tuve que crear las letras y sus arreglos musicales. Todo esto por la presión que veía y notaba que caía sobre el género, que era criticado por no tener valor", dice, al tiempo que recuerda sus primeras composiciones: "Óigame, señor", "Lamento rumbero", "Payaso", "Te equivocaste" y "Vive tu vida". Las primeras letras creadas por el músico, puestas sobre un pentagrama, hilvanaban sus líneas poéticas en textos que le hablaban a la gente de su barrio "que eran pisoteados por otros", más poderosos.Sammy Marrero: La voz de la diferencia La faena de armar una nueva agrupación le tomó semanas y una vez logrado su objetivo, Raphy Leavitt tuvo que aguardar siete meses antes de hallar el intérprete que capturara en su voz la esencia del sentimiento que quería transmitir. "Ensayábamos todos los días en mi casa de Puerta de Tierra y tu veías la gente del barrio 'empaquetao', oyendo, pero no habían coros ni cantantes. Hasta que una noche Richard López, mi trombonista, me dice que conocía a un flaco en el kilometro ocho de Bayamón que se llamaba Sammy (Marrero). Ya había probado otros cantantes, pero sin lograr la compenetración de autor y cantante, que era el triunfo de poder llevar un mensaje contundente. Entonces fuimos a ver a ese flaco, en el caserío Falín Torrech (de Bayamón)", narra. El primer encuentro del músico con el cantante fue malogrado. Sammy Marrero estaba enfermo de pulmonía y no pudo ponerse en pie para recibir a sus inesperados visitantes. Se hablaron a la distancia y sólo alcanzaron a intercambiar una grabación con los temas que había repasado la orquesta. "Hoy no puedo conocerte pero escúchalas (las canciones) y cuando te sientas bien me llamas y hablamos", relata Raphy Leavitt, en la rememoración de su primera vista al vocalista. Cinco meses más tarde se produjo la llamada pactada, y el ensayo. "Cuando Sammy abrió la boca aquel barrio explotó, las barras se vaciaron… tú sabes cuando la música llega y yo le dije has pasado la prueba con el pueblo y él me dijo: 'Llevo 16 años cantando, me ha llegado mi oportunidad y no la voy a desperdiciar", detalla Raphy Leavitt. Antes de unirse al joven pianista, Sammy Marrero, quien nació en Coamo el 16 de febrero de 1942, había participado en las orquestas de Osvaldo Valentín, La Masacre, Los Muchachos de don Jesús y el trío Los Tempest. Audaz en el arte de la versación campesina, la fuerza interpretativa de su voz fue determinante para el éxito que alcanzó La Selecta a su arribo al mercado musical, en particular por su vocalización de "Payaso", un tema cuyo mensaje abraza la experiencia del desgarre amoroso para tratar las contradicciones sociales que emanan de la lucha de clases. "Quería presentar en una canción de amor el daño que se le quería hacer a la clase (social) de abajo. Hubo ciertos sectores que querían marginarnos y nos clasificaban como despreciables y como si no aportáramos nada a la cultura del país", declara Raphy Leavitt. "Payaso", que permaneció tres meses como la canción favorita de la radioaudiencia nacional, se destacó, además, porque a media melodía se convertía en un montuno y sus improvisaciones se transformaban en un largo monólogo. Leavitt, Raphy - Salsa Líder de banda de salsa, pianista, compositor, arreglista y productor Raphy Leavitt nació el 17 de septiembre de 1948, en la sección Puerta De Tierra de San Juan, Puerto Rico. Nacido en una familia de clase media, la madre de Leavitt muere cuando el tenía solamente tres años de edad. Diez años más tarde, quedó huerfano a la muerte de su padre. Sin embargo, Leavitt mostró gran interés por la música y a temprana edad comenzó tocando el acordión. En su temprana adolescencia formó su primera banda musical y en 1966 otra, llamada La Banda Latina, tocando trabajos compuestos por otros. Sin embargo, después de su graduación de la Universidad de Puerto Rico, formó otra banda llamada La Selecta, en 1971. Esta última banda, que consistía en trombones y trompetas, bajo, piano, voces, y sección de ritmo con conga, bongo, timbales, cencerro y güiro, tocaría las propias composiciones de Leavitt. El grupo firmó con Borinquen Records y lanzó 10 álbumes en el curso de los siguientes ocho años. Su primera composición en convertirse en éxito fue "Payaso", que se convirtió en disco de oro por sus ventas. Es un bolero montuno en el cual Leavitt utilizó "soneos", o improvisaciones, en la forma de décimas como se hace típicamente en la música folklórica Puertorriqueña. Leavitt y La Selecta siguieron con canciones éxitos como "Te equivocaste" y "Lamento rumbero", rápidamente ubicándose en el centro de atención de la música de salsa. El álbum debut del grupo La Selecta también se convirtió en disco de oro y el siguiente año, Leavitt y La Selecta lanzaron el gran éxito internacional Jíbaro Soy. El éxito de la canción le ofreció a Leavitt y a la banda la oportunidad de hacer una gira de concierto en los Estados Unidos. Trágicamente, la banda se vio envuelta en un accidente de tráfico en una autopista en Connecticut (Estados Unidos), en donde murió el trompetista Luisito Maisonet y en donde casi pierde la vida Leavitt. Otros tres miembros de la banda fueron hospitalizados. Después de seis meses en el hospital, Leavitt se recobro y fue dado de alta. Su segunda canción éxito y disco de oro fue "La Cuna Blanca" la cual Leavitt compuso en memoria de Maisonet aun estando en el hospital. La canción estuvo en primer lugar en las listas musicales en Puerto Rico y en las de varios países de América Latina, y también apareció en la cartelera latina de Billboard. Esta canción llevó a Leavitt a ganar el premio Rafael Hernández al "Compositor del Año". La siguiente canción en convertirse en éxito fue "El Buen Pastor" del álbum De Frente A La Vida de 1976. Este también fue un éxito internacional y se convirtió en disco de oro por sus ventas. Dos años después, Tony Vega se integró a la banda y cantó como voz principal al lado del cantante principal Sammy Marrero, en muchas de las canciones del siguiente álbum, Raphy Leavitt La Selecta Orchestra en 1978. Vega subsecuentemente dejó la banda para unirse a Willie Rosario. Leavitt luego cambio de empresa disquera; escogiendo a TH Records, con quien lanzó tres álbumes entre 1981 y 1983. Durante ese tiempo, Carlitos Ramírez se incorporó a la banda como cantante co-líder en su álbum para conmemorar su décimo aniversario. Leavitt decidió cambiar de casa discográfica una vez más y esta vez se fue con Bronco Records, manejada por Bobby Valentín. Leavitt grabó dos álbumes bajo el sello Bronco. Para el primero, Leavitt trajo altalentoso arreglista y pianista, Isidoro Infante, quien escribió muchas de las canciones incluídas en este album: Somos El Son. El siguiente año, Leavitt y La Selecta ganaron el premio puertorriqueño Diplo de la industria de la música a la Mejor Banda del Año. En 1988, los cantantes principales de la banda se incrementaron a tres con la adición de Osvaldo Díaz y lanzaron el álbum Se Solicita Un Cariño en 1988. Infante una vez más hizo una gran contribución; arreglando todas las canciones. Leavitt luego lanzó su propia empresa discográfica: RL Records en 1990 con la cual grabó su siguiente álbum Provócame. El álbum tuvo un éxito fenomenal, llegando a ocupar la cartelera latina de Billboard. La canción principal es un número de salsa romántica cantada por Díaz y arreglada por Infante, y llego a ocupar entre las primeras 5 posiciones de las listas musicales en Puerto Rico. Otros álbumes y compilaciones siguieron, que incluyen el reciente álbum Oro Salseros en donde aparece el éxito ../music/raphy_leavitt-oro_salsero-a_tropezon.mp3 A Tropezón

Salsa Obie Bermúdez Puerto Rico

Biografia:

Obie Bermúdez, La historia continúa La carrera de Obie Bermúdez, como su arte, está llena de originalidad. Nacido en Puerto Rico y criado entre su país natal y New Jersey, Obie supo continuar su herencia familiar de amar y respetar la música, más allá de las circunstancias que tuvo que vivir, las que no siempre fueron favorables. La suerte se encontró con el talento en aquella lavandería donde trabajaba, lugar que se hizo tan famoso como sus canciones. Obie pudo encontrar en aquél sitio su propio espacio para la creación, como una muestra de que el talento y la inspiración no conocen lugares. Después de “Confesiones”, su más reciente trabajo, su talento y buena fortuna siguieron custodiando su carrera, haciendo de Obie Bermúdez un nombre propio en la industria de la música latina. En un mundo con seres humanos ansiosos por encontrar emociones que los contengan y poesías que los hagan soñar, este joven cantautor supo incorporarse rápidamente a este rol de autor, compositor e intérprete, ganándose un lugar privilegiado. Con “Antes”, le cantó a la pérdida de un amor de una manera que no es común en las líricas latinas, donde se habla con profundidad de una emoción, pero de una manera moderna en la composición y frescura en la interpretación. En otro de sus éxitos, “Me Cansé De Ti”, nos entregó una letra simple que no por intensa dejó de ser natural, haciéndola crecer al interpretarla con una intención y forma de decir que lo hacen personal y único. Hoy, muy lejos físicamente de aquella lavandería y su gente, que fueron su inspiración, está más cerca que nunca de las emociones que nacieron de aquéllos días. Su sensibilidad sigue conectada a la gente sencilla que vive intensamente y que camina cualquier calle de nuestras ciudades. Una vez en cada década podemos ver el nacimiento de un artista con estas características. Por estos días, Obie Bermúdez, es el artista que representa una forma de pensar, de vivir y de sentir que nos identifica latinos. Las Confesiones de Obie Bermúdez Cada año en la vida de Obie Bermúdez ha sido vivido con extrema pasión y entrega. A cada cosa que el destino le puso en su camino, le encontró un aprendizaje. Su inquebrantable fe en Dios lo hizo sentir seguro que habría un momento en que su música se encontraría con la suerte y una bendición llegaría a su vida. Pero nunca pudo imaginar de qué manera sucedería. Nació en Aibonito, en las cálidas montañas de Puerto Rico, rodeado de una familia en la que hablar de música era cotidiano, y en la que cantar e improvisar, una razón de vivir. Su abuelo fue músico y su padre - que en su momento formó una banda de rock -le dieron la base que hoy tanto agradece porque nunca debió esforzarse en aprender un solo compás. Su talento es natural, quizás por eso jamás pasó por un aula para entender el lenguaje académico de una canción. Una guitarra y un cuaderno de notas le fueron suficientes para escribir aquellas melodías que improvisaba. Desde Puerto Rico, a los 12 años, se muda con su familia a Vineland, un área granjera del estado de New Jersey, donde era oriundo su padre. Allí, en los ratos libres, comenzó a descubrir que su camino lo llevaría, inevitablemente, a la poesía y la composición musical. Su primera experiencia profesional la logra en su adolescencia. En 1996 grabó su primera demo. “Fue algo sencillo, pero de gran significado para mi”, recuerda. Y así, sin saberlo, Obie había sembrado una semilla que daría frutos a muy corto plazo. “De una conversación con David Maldonado, mi manager, acerca de aquella canción, surgió la idea de hacer un disco”, recuerda vívidamente. Finalmente, en 1998, el álbum ya estaba en la calle y tuvo un gran impacto. Titulado LOCALES, se destacó por la manera alternativa en que interpretó la salsa. “Era un tipo de salsa diferente, con más historia, más orquestación, y un poco más social”, explica Obie sobre su primera experiencia en un estudio. Este trabajo, con el tiempo, le abriría las puertas definitivas al lugar que estaba reservado para él. Hacia el 2000, ya con un nombre propio en el mercado de la música, decidió buscar un lugar en la ciudad que, siempre pensó, hace más fácilmente los sueños realidad. Así es como New York se convierte en el nuevo hogar para sus metas. Colmado de expectativas llegó a la tierra que prometía darle lo que él anhelaba. Pero un acontecimiento cambió, eventualmente, el camino que pensaba ya estaba definido. En un momento en que se encontraba sin trabajo y sentía que la gran ciudad lo devoraba, entregó su destino a Dios. Y sin pedir demasiadas explicaciones sobre el porqué suceden las cosas, se empleó enuna lavandería. Cada mañana, caminaba con felicidad a trabajar, confiado en que, si era parte del plan de Dios para él aquél nuevo reto, debía hacerlo con alegría. Y el plan se concretó. En los dos años que dedicó a servir a sus clientes pudo conectarse con la realidad de cada uno de ellos y, particularmente, con su propia realidad interior. “Aquella experiencia fue maravillosa. Aprovechaba cada momento que tenía libre para escribir lo que sentía, lo que veía, de la manera en que toda esta gente vivía y de la manera en que impactaba en mi vida”, explica. Todas estas vivencias se volcaron en las canciones de CONFESIONES, su nuevo trabajo discográfico para EMI US Latin. “Si alguien te pregunta quién soy / dile con orgullo que soy una estrella que en cielo brilla / si alguien te pregunta a dónde voy / dile que voy sin miedo, con mi sueño, rumbo al cielo y que pronto llego”. Esta canción, que se titula “4:30”, por la hora en que se levantaba cada día para trabajar, es el testimonio de su propia vida, de sus emociones y el de sus valores personales que van más allá de su profesión y sus circunstancias. “Todo tiene un propósito en la vida, por algo nos suceden las cosas”, reflexiona Obie desde la calma que da el sentirse haciendo lo correcto. “La confianza, la fe que pones en lo que haces, determina que todo lo que está para ti comience a aparecer”, asegura. Con esta certeza es que Obie Bermúdez explica la manera en que su camino se cruzó con el de Rubén Blades, el músico que siempre admiró. Con el artista panameño se reunió en el momento de escribir “4 de julio”, una canción que dedicó a uno de sus hermanos que está en la cárcel y es una de las 10 canciones de su nuevo disco. Vive en la simpleza que le permite conectarse con los demás para poder enriquecerse a la hora de escribir sus canciones. CONFESIONES, no es sólo otro logro más de su prometedora carrera, sino una manera de enseñarnos el triunfo del talento, más allá de cualquier aparente adversidad con la que la vida suele desafiarnos. Con la humildad que llevan los grandes y dueño de un instinto musical único: Obie 

domingo, 1 de mayo de 2016

Salsa Tony Vega Puerto Rico

Biografia:

Una de las figuras más populares de la salsa contemporánea, Tony Vega ha estado expuesto a la música desde sus años de infancia. Primero recibiendo la influencia del género de tierra adentro a través de miembros de su familia del pueblo de Ciales que eran cuatristas, trovadores y hasta cantantes, como es el caso de su primo Adalberto Santiago. Posteriormente, recibiendo también la influencia de la música anglosajona en el tiempo que radica en los Estados Unidos. Ante esta mezcla de influencias musicales no es de extrañar que a los 13 años Tony Vega integrara una banda de rock latino llamada City Trash. Pero casualmente, a pesar de incursionar en un género sajón, su ejecución de los timbales en el grupo va delineando lo que sería más tarde su pasión: la música afroantillana. En ese mar de influencias musicales un buen día el género tropical capturó su atención para siempre. Era el soneo del maestro Maelo, la clave de Cortijo y su Combo, el sabor de Rafael Ithier y El Gran Combo los que cautivaron a Tony convirtiéndolo en adepto incondicional del género afroantillano. En pleno apogeo de la salsa durante la década del 70, Tony comenzó a dar sus primeros pasos con la afamada orquesta de Raphy Levitt, La Selecta. Abriéndose paso en el ambiente musical, el joven cantante logró apuntarse sus primeros éxitos con La Selecta interpretando los temas "Cosquillita", "Sheila Taína" y "El picaflor". Un día, actuando en un concierto con la orquesta de Levitt, el maestro Willie Rosario notó de inmediato el potencial de Tony Vega para la salsa. Convencido de que el joven tenía "angel", lo invitó a cantar con su orquesta y a grabar su música. Tony aceptó la invitación y aquella unión se prolongó por casi diez años. Con la orquesta de Willie Rosario, Tony popularizó temas como "Mi amigo el payaso", "Caramelito del campo" y "Busca el ritmo". Participó en el álbum "La nueva cosecha" que obtuvo una nominación al Grammy. Adquirió lo que en el argot artístico se llama "cancha". Y encontró en Willie Rosario "una gran escuela" para desarrollar su talento. Pero como artista en plena evolución, la vida lo llevó a nuevos derroteros, trasladándolo a la ciudad de Nueva York. Allá pasó a integrar la orquesta de Louie Ramírez con la que interpreta en el álbum "La Super Banda" las canciones "Prohibiciones" y "Cómo es posible". Sin embargo una de las grandes oportunidades de Vega llega al ser reclutado por el maestro Eddie Palmieri. Con la orquesta del aclamado pianista boricua graba el tema "El cuarto" que gana amplia difusión en la radio. Participa en el álbum "La verdad", el cual en 1987 mereció un Grammy como mejor producción tropical. Y comienza a conocer el mundo europeo como salsero actuando en España, Suiza, Holanda, Yugoslavia, Dinamarca y Alemania. Convencido del arraigo que goza el género afroantillano en el Viejo Mundo, el momento de incursionar en la salsa con su propio grupo se da en 1988 cuando lanza al mercado su primera grabación: Yo me quedo. De inmediato, el exigente público salsero aceptó al nuevo grupo encabezado por Vega, premiándolo con dos primeros lugares en las listas para los temas "Yo me quedo" y "Tu prenda tendida", así como un tercer lugar para la canción "Nadie te mandó". Con este primer experimento musical Tony Vega viajó a Venezuela, actuó en dos ocasiones en el programa Noche de Gala así como llegó a participar en el Segundo Festival de Soneros en Nueva York. Ante un debut discográfico tan exitoso, el joven cantante lanza su segunda grabación "Lo mío es amor" bajo el sello RMM. Contando con el apoyo de Ralph Mercado, a sólo seis meses del lanzamiento de esta producción, Tony gana su primer Disco de Oro por ventas montantes a más de 50 mil copias en Puerto Rico. "Lo mío es amor" adquiere notoriedad en la radio a través de canciones como "Ella", "Me quito el nombre" y hasta un tema salsero en inglés titulado "Love is Forever". Igualmente la grabación alcanza primeros planos en el extranjero logrando que el artista gane el premio La Huaca en la República de Panamá, así como permite que Vega sea reclutado para la histórica grabación del álbum número 100 del maestro Tito Puente. Entrando a la década del 90 con pie firme, en septiembre de 1991 Tony lanza al mercado su exitoso álbum "Uno mismo". La aceptación de éste por parte del exigente público salsero logra que a sólo dos meses de su lanzamiento la producción alcance la friolera de 40 mil copias vendidas en Puerto Rico solamente. Tony llega al primer lugar de las listas con el tema "Esa mujer". Así como populariza canciones como "Uno mismo", "Dame tiempo" y "Ya es tiempo de olvidar". Pero también la producción del vídeo que da título al álbum le gana aplausos de la crítica especializada. Para el tema vivencial Uno mismo, compuesto por el desaparecido autor cubano Titti Sotto, se utilizó como escenario una antigua iglesia del área del Village en Nueva York. En ese marco el cantante mira retrospectivamente la vida. Y bajo la dirección de Ricardo Betancourt la producción de este vídeo sella el éxito de la obra discográfica. Tony Vega ganó Disco de Oro y Disco de Platino con Uno mismo. Mereció el premio Agüeybaná 1992a la Mejor Orquesta del Año. Y afianzó su carrera actuando en el extranjero. Cuando Puerto Rico recibió el Premio Príncipe Asturias, Tony Vega fue uno de los artistas reclutados para actuar en el Palacio de los Deportes de Madrid en el concierto "Abrazo caribeño de Puerto Rico a España". Posteriormente actuó en la última feria mundial de este siglo, la Expo '92 de Sevilla. Igualmente viajó a Chile, Colombia, California y Nueva York para presentarse en el concierto de Tito Puente The Mambo King. También fue una de las figuras que participó en la pasada edición del Festival de Soneros de Nueva York. En 1996, Tony participó junto a figuras como Marc Antonhy en el espectáculo de apertura del Séptimo Campeonato del Mundial de Gimnasia, celebrado en Puerto Rico, el cual fue transmitido a más de 54 países. Con su carrera en continuo ascenso, el cantante ha lanzado recientemente nuevas producciones como lo son "Si me miras a los ojos" y "Hoy vine a cantarte". Igualmente participó en producciones especiales como "Tropical Tribute to The Beatles" y "La combinación perfecta"