Biografia:
Nacido el 17 de septiembre de 1948 en Puerta de Tierra, barrio de San Juan, Puerto Rico, de familia de clase media, Raphy quedó huérfano de madre cuando apenas contaba con tres años de edad. Una década más tarde, en plena preadolescencia, el sentido de pérdida lo volvió a impactar al morir su progenitor. Recibió su educación elemental, intermedia y secundaria en el colegio San Agustín, localizado en el mismo barrio donde nació. Al graduarse de la Escuela Superior recibió el honor de "Excelencia General". Ingresó en la Universidad de Puerto Rico con matrícula de honor, donde estudió Administración Comercial, especializándose en Administración de Negocios y Contabilidad. Desde muy temprano en su adolescencia, Raphy Leavitt dejó sentir su inquietud por la música popular. Inicialmente estudió acordeón en la Academia de George Kudirka. Posteriormente formó el conjunto musical Los Señoriales y en 1966, fundó La Banda Latina. En esta etapa de su carrera Raphy sólo interpretaba los éxitos de otras orquestas. Pero la informalidad de muchos de los integrantes de ambos grupos llevó al joven músico a buscar una forma más seria de abordar la salsa. Al llegar a sus años de universitario, comienza a despertar en Raphy el deseo de aportar algo positivo al género afroantillano, el cual era considerado escandaloso y sin sentido. En esta etapa de su vida, Raphy se propuso demostrar que dicha música podía enriquecer a la sociedad con canciones que llevaran un mensaje, sin necesidad de recurrir a la chabacanería. Cuando en 1971 la salsa dominaba el pentagrama puertorriqueño era un hecho consumado, Raphy Leavitt apareció con una nueva orquesta de jóvenes talentos llamada La Selecta. Su primera composición se titulo "Payaso", un bolero montuno cuya grabación marcó un triunfo trascendental para la novel orquesta La Selecta. En esta composición Raphy introdujo a la música de la salsa la utilización de soneos (inspiraciones del vocalista) en forma de décimas puertorriqueñas. Con esta selección La Selecta se colocó entre las principales orquestas de Puerto Rico; trascendió en el pentagrama con canciones como "Te equivocaste" y "Lamento rumbero" y recibió los galardones Disco de Oro y 45 de Oro. En 1972, al cumplir La Selecta su primer aniversario, surgió de la inspiración de Leavitt, su segundo super éxito "Jíbaro soy". Canción que marca el período de la afirmación nacional en la salsa de los 70's, "Jíbaro soy" reafirmó la fuerza de La Selecta y la encumbró nuevamente hacia primeros lugares. Debido al éxito de esta canción, la orquesta salió en gira artística por el Este de los Estados unidos, sin haber terminado la grabación del disco de larga duración donde aparecía "Jíbaro soy". Desafortunadamente el grupo tuvo un fatal accidente automovilístico en Connecticut en el que perdió la vida el trompetista de la orquesta Luisito Maisonet, mientras el propio Leavitt quedó al borde de la muerte. Tanto Raphy como otros tres integrantes de la orquesta permanecen hospitalizados por seis largos meses. Pero mientras se recuperaba de las heridas, le surgió la inspiración para uno de los éxitos más impactantes de su trayectoria: "La cuna blanca". Como homenaje póstumo a la memoria de Luisito, esta composición se difundió con fuerza en territorio nacional, así como trascendió en países como Panamá, Venezuela, Colombia y en el mercado latino del los Estados Unidos. "La cuna blanca" le dio Raphy su segundo Disco de Oro. Pero además le mereció el premio "Compositor del Año" y el "Busto de Oro Rafael Hernández". En el primer concierto de Nueva York, luego del accidente, recibió la "Placa de Bronce del Madison Square Garden" En su visita a Panamá se le otorgaron los premios Búho de Oro, Grupo Orquestal más popular y Orquesta Internacional más Popular. Produce en 1976 el cuarto éxito de La Selecta; "El buen pastor", por el cual recibió un 45 de Oro y entró de lleno al mercado de Venezuela. La Selecta recibió en 1987 el Premio Diplo como Orquesta del Año. Tras 19 años de labor profesional, Raphy Leavitt comenzó en la década del 90, estableciendo su propio sello disquero, identificado como R.L. Récords. "Café colao", "Soldado", "Amor y paz", Lamento Jíbaro", "Dueña y señora" y "A la sombra del flamboyán", han sido algunos de los éxitos musicales que han coronado la labor de Raphy Leavitt y su orquesta La Selecta. Esta agrupación, que ha contado con las voces de figuras como Sammy Marrero, Tony Vega, Carlitos Ramírez, Osvaldo Díaz, se ha mantenido firme en su propósito de no recurrir a la vulgaridad o a temas de doble sentido para ganar popularidad.En 1971, el joven pianista Rafael Leavitt Rey decidió organizar una orquesta de salsa desafiando los moldes rítmicos de las bandas que, hasta entonces, dominaban el mercado musical. Su propuesta, que contrastaba el trabajo que realizaban las agrupaciones que operaban bajo la égida del sello Fania, consistió en trastocar las sonoridades afrocaribeñas dominantes en la rítmica salsera de Nueva York para incorporar al repertorio del género la herencia de nuestra música campesina, despertando la memoria de las grandes aportaciones de nuestro cancionero autóctono, con énfasis en la décima y el seis chorreao. Esta acción, además de sellar el distintivo de identidad de la naciente orquesta, imprimió a la salsa un estilo único que enriqueció el género. Así surgió La Selecta, una agrupación que en términos líricos se enfocó en interpretar canciones para "despertar la conciencia de un pueblo en su lucha por la justicia social". "En una etapa de mi carrera vi que era el momento preciso para incluir lo nuestro y no dejarlo rezagado, porque nuestra música típica es tan sabrosa como otra y no hay por qué centrarse solamente en los ritmos afroantillanos", sostiene el veterano músico, conocido en la grey salsera como Raphy Leavitt. Su audacia armónica se hizo perceptible en los mambos y moñas que acompañan sus repertorios, en el sonido de los trombones, en los piquetes y fraseos de las trompetas, en el contenido de sus letras, en la ejecución de los músicos y la interpretación de sus cantantes. La Selecta se erigió como una entidad musical diferente, con olor a pueblo. Una banda que enriquecía la música popular puertorriqueña con una sonoridad exclusiva que aportó al género un nuevo estilo. El baluarte de su distintivo radicó, al final, en la combinación selecta de intercalar en el sonido salsero los acordes de bomba, plena y seis chorreao en sus interludios, haciendo de ésta una expresión de "salsa jíbara". Punto final en la cohesión de la propuesta de Raphy Laevitt, quien nació el 17 de septiembre de 1948, fue la incorporación del talento vocal de Sammy Marrero, quien no dudó en aceptar el reto de esa experimentación e innovación rítmica. En su primera etapa, La Selecta cultivó grandes éxitos que se recogen en sus primeras producciones: "Payaso" (1971), "Mi barrio" (1972), "Jíbaro soy" (1973) y "Herido" (1974) y que aún figuran entre las favoritas del público. La consolidación de este proyecto se logró con "Jíbaro soy", un tema trabajado en décimas y que fue responsable de mantener la vigencia de la orquesta aun cuando ésta permaneció inactiva como consecuencia de la hospitalización de Raphy Leavitt, luego de sufrir un accidente de tránsito en la ciudad de Nueva York, y que también provocó el fallecimiento de su mano derecha, el trompetista Luisito Maysonet Ramos. El niño del piano acordeón La fascinación musical de Raphy Leavitt surgió en su hogar, una diminuta casa de madera con balcón grande que ubicaba en el número 52 de la calle San Juan Bautista, en el barrio sanjuanero de Puerta de Tierra. Allí, su padre, José Leavitt Sánchez, tocaba el violín y sus tías Jessie y Roselín interpretaban el piano. También le provocaba un gran atractivo apreciar el desfile de talentos que se presentaba en el programa de televisión que conducía Rafael Quiñones Vidal, creador de la "pesetita voladora", en el que, narra, fue seducido por el sonido del piano acordeón. "Yo veía, aquel señor, en ese programa que tocaba el piano acordeón y yo le decía a papi que ése era el instrumento que quería tocar. Yo tenía cuatro o cinco años y él me apuntó en la academia de Goerge Kudirka, que era famoso porque tocaba en el Suite Chalette, en la parada 22 de Santurce y ése fue el instrumento que estudié. Más tarde pertenecí a su orquesta, compuesta por estudiantes", afirma. Corría el año 1966 y, siendo apenas un joven de 18 años de edad, Raphy Leavitt acarició su primera experiencia profesional en la música en una agrupación familiar, El Combo los Rey, que unió a seis primos hermanos: Ramón Rey (timbal), Francisco "Paquitín" Rey (bajo), Guillermo Marín Rey (voz y congas), Rafael Santiago Rey (voz y güiro), Eloy Santiago Rey (bongó) y Rafael Leavitt Rey (piano acordeón). La banda se caracterizó por la interpretación de la música popular tradicional, con énfasis en el pasodoble, el bolero, el merengue y la guaracha, música bailable. Esta experiencia duró dos años y, en 1968, tras la salida de los hermanos Ramón y Francisco Rey para formar parte del acompañamiento de Los Alegres Tres –con Damirón, Chapuseaux y Sylvia de Grasse–, Raphy Leavitt decidió crear su propia agrupación, que nombró Los Señoriales y que mantuvo el mismo patrón rítmico de música tradicional. "Yo ejecutaba todas las líneas melódicas y el piano acordeón. Tocamos en el Sandy Hills de Luquillo y pegamos", asegura, al tiempo que confiesa que temprano en la trayectoria de su banda se percató de que el nombre "era muy fino para la música popular y rápido le cambié el nombre a La Banda Latina". Salsa con conciencia nacional Cercano al 1970 las inquietudes artísticas y sociales del joven músico superaban el alcance que le otorgaba el proyecto que ejecutaba con La Banda Latina. Sus intenciones retaban las críticas que "gente clasista" vertían contra la música popular, en especial la salsa, por lo que decidió explorar nuevos rumbos. "Hubo muchos que entendían que la música popular era chabacana y una 'latería', y eso me lleva a abandonar mi historia de El Combo los Rey, Los Señoriales y La Banda Latina, entendiendo que la salsa se podía enriquecer con canciones que llevaran mensajes profundos. De ahí viene el reto, crear un nuevo estilo con canciones diferentes a los temas jocosos y rítmicos de la época, que carecían de contenido y mensaje", relata. Su viaje musical lo condujo a la experimentación de una nueva fórmula que conjugara su ideario social conEn 1971, el joven pianista Rafael Leavitt Rey decidió organizar una orquesta de salsa desafiando los moldes rítmicos de las bandas que, hasta entonces, dominaban el mercado musical. Su propuesta, que contrastaba el trabajo que realizaban las agrupaciones que operaban bajo la égida del sello Fania, consistió en trastocar las sonoridades afrocaribeñas dominantes en la rítmica salsera de Nueva York para incorporar al repertorio del género la herencia de nuestra música campesina, despertando la memoria de las grandes aportaciones de nuestro cancionero autóctono, con énfasis en la décima y el seis chorreao. Esta acción, además de sellar el distintivo de identidad de la naciente orquesta, imprimió a la salsa un estilo único que enriqueció el género. Así surgió La Selecta, una agrupación que en términos líricos se enfocó en interpretar canciones para "despertar la conciencia de un pueblo en su lucha por la justicia social". "En una etapa de mi carrera vi que era el momento preciso para incluir lo nuestro y no dejarlo rezagado, porque nuestra música típica es tan sabrosa como otra y no hay por qué centrarse solamente en los ritmos afroantillanos", sostiene el veterano músico, conocido en la grey salsera como Raphy Leavitt. Su audacia armónica se hizo perceptible en los mambos y moñas que acompañan sus repertorios, en el sonido de los trombones, en los piquetes y fraseos de las trompetas, en el contenido de sus letras, en la ejecución de los músicos y la interpretación de sus cantantes. La Selecta se erigió como una entidad musical diferente, con olor a pueblo. Una banda que enriquecía la música popular puertorriqueña con una sonoridad exclusiva que aportó al género un nuevo estilo. El baluarte de su distintivo radicó, al final, en la combinación selecta de intercalar en el sonido salsero los acordes de bomba, plena y seis chorreao en sus interludios, haciendo de ésta una expresión de "salsa jíbara". Punto final en la cohesión de la propuesta de Raphy Laevitt, quien nació el 17 de septiembre de 1948, fue la incorporación del talento vocal de Sammy Marrero, quien no dudó en aceptar el reto de esa experimentación e innovación rítmica. En su primera etapa, La Selecta cultivó grandes éxitos que se recogen en sus primeras producciones: "Payaso" (1971), "Mi barrio" (1972), "Jíbaro soy" (1973) y "Herido" (1974) y que aún figuran entre las favoritas del público. La consolidación de este proyecto se logró con "Jíbaro soy", un tema trabajado en décimas y que fue responsable de mantener la vigencia de la orquesta aun cuando ésta permaneció inactiva como consecuencia de la hospitalización de Raphy Leavitt, luego de sufrir un accidente de tránsito en la ciudad de Nueva York, y que también provocó el fallecimiento de su mano derecha, el trompetista Luisito Maysonet Ramos. El niño del piano acordeón La fascinación musical de Raphy Leavitt surgió en su hogar, una diminuta casa de madera con balcón grande que ubicaba en el número 52 de la calle San Juan Bautista, en el barrio sanjuanero de Puerta de Tierra. Allí, su padre, José Leavitt Sánchez, tocaba el violín y sus tías Jessie y Roselín interpretaban el piano. También le provocaba un gran atractivo apreciar el desfile de talentos que se presentaba en el programa de televisión que conducía Rafael Quiñones Vidal, creador de la "pesetita voladora", en el que, narra, fue seducido por el sonido del piano acordeón. "Yo veía, aquel señor, en ese programa que tocaba el piano acordeón y yo le decía a papi que ése era el instrumento que quería tocar. Yo tenía cuatro o cinco años y él me apuntó en la academia de Goerge Kudirka, que era famoso porque tocaba en el Suite Chalette, en la parada 22 de Santurce y ése fue el instrumento que estudié. Más tarde pertenecí a su orquesta, compuesta por estudiantes", afirma. Corría el año 1966 y, siendo apenas un joven de 18 años de edad, Raphy Leavitt acarició su primera experiencia profesional en la música en una agrupación familiar, El Combo los Rey, que unió a seis primos hermanos: Ramón Rey (timbal), Francisco "Paquitín" Rey (bajo), Guillermo Marín Rey (voz y congas), Rafael Santiago Rey (voz y güiro), Eloy Santiago Rey (bongó) y Rafael Leavitt Rey (piano acordeón). La banda se caracterizó por la interpretación de la música popular tradicional, con énfasis en el pasodoble, el bolero, el merengue y la guaracha, música bailable. Esta experiencia duró dos años y, en 1968, tras la salida de los hermanos Ramón y Francisco Rey para formar parte del acompañamiento de Los Alegres Tres –con Damirón, Chapuseaux y Sylvia de Grasse–, Raphy Leavitt decidió crear su propia agrupación, que nombró Los Señoriales y que mantuvo el mismo patrón rítmico de música tradicional. "Yo ejecutaba todas las líneas melódicas y el piano acordeón. Tocamos en el Sandy Hills de Luquillo y pegamos", asegura, al tiempo que confiesa que temprano en la trayectoria de su banda se percató de que el nombre "era muy fino para la música popular y rápido le cambié el nombre a La Banda Latina". Salsa con conciencia nacional Cercano al 1970 las inquietudes artísticas y sociales del joven músico superaban el alcance que le otorgaba el proyecto que ejecutaba con La Banda Latina. Sus intenciones retaban las críticas que "gente clasista" vertían contra la música popular, en especial la salsa, por lo que decidió explorar nuevos rumbos. "Hubo muchos que entendían que la música popular era chabacana y una 'latería', y eso me lleva a abandonar mi historia de El Combo los Rey, Los Señoriales y La Banda Latina, entendiendo que la salsa se podía enriquecer con canciones que llevaran mensajes profundos. De ahí viene el reto, crear un nuevo estilo con canciones diferentes a los temas jocosos y rítmicos de la época, que carecían de contenido y mensaje", relata. Su viaje musical lo condujo a la experimentación de una nueva fórmula que conjugara su ideario social conEn 1971, el joven pianista Rafael Leavitt Rey decidió organizar una orquesta de salsa desafiando los moldes rítmicos de las bandas que, hasta entonces, dominaban el mercado musical. Su propuesta, que contrastaba el trabajo que realizaban las agrupaciones que operaban bajo la égida del sello Fania, consistió en trastocar las sonoridades afrocaribeñas dominantes en la rítmica salsera de Nueva York para incorporar al repertorio del género la herencia de nuestra música campesina, despertando la memoria de las grandes aportaciones de nuestro cancionero autóctono, con énfasis en la décima y el seis chorreao. Esta acción, además de sellar el distintivo de identidad de la naciente orquesta, imprimió a la salsa un estilo único que enriqueció el género. Así surgió La Selecta, una agrupación que en términos líricos se enfocó en interpretar canciones para "despertar la conciencia de un pueblo en su lucha por la justicia social". "En una etapa de mi carrera vi que era el momento preciso para incluir lo nuestro y no dejarlo rezagado, porque nuestra música típica es tan sabrosa como otra y no hay por qué centrarse solamente en los ritmos afroantillanos", sostiene el veterano músico, conocido en la grey salsera como Raphy Leavitt. Su audacia armónica se hizo perceptible en los mambos y moñas que acompañan sus repertorios, en el sonido de los trombones, en los piquetes y fraseos de las trompetas, en el contenido de sus letras, en la ejecución de los músicos y la interpretación de sus cantantes. La Selecta se erigió como una entidad musical diferente, con olor a pueblo. Una banda que enriquecía la música popular puertorriqueña con una sonoridad exclusiva que aportó al género un nuevo estilo. El baluarte de su distintivo radicó, al final, en la combinación selecta de intercalar en el sonido salsero los acordes de bomba, plena y seis chorreao en sus interludios, haciendo de ésta una expresión de "salsa jíbara". Punto final en la cohesión de la propuesta de Raphy Laevitt, quien nació el 17 de septiembre de 1948, fue la incorporación del talento vocal de Sammy Marrero, quien no dudó en aceptar el reto de esa experimentación e innovación rítmica. En su primera etapa, La Selecta cultivó grandes éxitos que se recogen en sus primeras producciones: "Payaso" (1971), "Mi barrio" (1972), "Jíbaro soy" (1973) y "Herido" (1974) y que aún figuran entre las favoritas del público. La consolidación de este proyecto se logró con "Jíbaro soy", un tema trabajado en décimas y que fue responsable de mantener la vigencia de la orquesta aun cuando ésta permaneció inactiva como consecuencia de la hospitalización de Raphy Leavitt, luego de sufrir un accidente de tránsito en la ciudad de Nueva York, y que también provocó el fallecimiento de su mano derecha, el trompetista Luisito Maysonet Ramos. El niño del piano acordeón La fascinación musical de Raphy Leavitt surgió en su hogar, una diminuta casa de madera con balcón grande que ubicaba en el número 52 de la calle San Juan Bautista, en el barrio sanjuanero de Puerta de Tierra. Allí, su padre, José Leavitt Sánchez, tocaba el violín y sus tías Jessie y Roselín interpretaban el piano. También le provocaba un gran atractivo apreciar el desfile de talentos que se presentaba en el programa de televisión que conducía Rafael Quiñones Vidal, creador de la "pesetita voladora", en el que, narra, fue seducido por el sonido del piano acordeón. "Yo veía, aquel señor, en ese programa que tocaba el piano acordeón y yo le decía a papi que ése era el instrumento que quería tocar. Yo tenía cuatro o cinco años y él me apuntó en la academia de Goerge Kudirka, que era famoso porque tocaba en el Suite Chalette, en la parada 22 de Santurce y ése fue el instrumento que estudié. Más tarde pertenecí a su orquesta, compuesta por estudiantes", afirma. Corría el año 1966 y, siendo apenas un joven de 18 años de edad, Raphy Leavitt acarició su primera experiencia profesional en la música en una agrupación familiar, El Combo los Rey, que unió a seis primos hermanos: Ramón Rey (timbal), Francisco "Paquitín" Rey (bajo), Guillermo Marín Rey (voz y congas), Rafael Santiago Rey (voz y güiro), Eloy Santiago Rey (bongó) y Rafael Leavitt Rey (piano acordeón). La banda se caracterizó por la interpretación de la música popular tradicional, con énfasis en el pasodoble, el bolero, el merengue y la guaracha, música bailable. Esta experiencia duró dos años y, en 1968, tras la salida de los hermanos Ramón y Francisco Rey para formar parte del acompañamiento de Los Alegres Tres –con Damirón, Chapuseaux y Sylvia de Grasse–, Raphy Leavitt decidió crear su propia agrupación, que nombró Los Señoriales y que mantuvo el mismo patrón rítmico de música tradicional. "Yo ejecutaba todas las líneas melódicas y el piano acordeón. Tocamos en el Sandy Hills de Luquillo y pegamos", asegura, al tiempo que confiesa que temprano en la trayectoria de su banda se percató de que el nombre "era muy fino para la música popular y rápido le cambié el nombre a La Banda Latina". Salsa con conciencia nacional Cercano al 1970 las inquietudes artísticas y sociales del joven músico superaban el alcance que le otorgaba el proyecto que ejecutaba con La Banda Latina. Sus intenciones retaban las críticas que "gente clasista" vertían contra la música popular, en especial la salsa, por lo que decidió explorar nuevos rumbos. "Hubo muchos que entendían que la música popular era chabacana y una 'latería', y eso me lleva a abandonar mi historia de El Combo los Rey, Los Señoriales y La Banda Latina, entendiendo que la salsa se podía enriquecer con canciones que llevaran mensajes profundos. De ahí viene el reto, crear un nuevo estilo con canciones diferentes a los temas jocosos y rítmicos de la época, que carecían de contenido y mensaje", relata. Su viaje musical lo condujo a la experimentación de una nueva fórmula que conjugara su ideario social consus patrones armónicos y que uniera su visión de mundo con la musicalidad salsera. Se aproximaban nuevos retos para Raphy Leavitt, un desafío que sólo podía enlazarse en un proyecto distinto, atípico y selecto. Fatídico accidente marca la historia de la orquesta La noche del 28 de octubre de 1972, mientras cinco integrantes de La Selecta se transportaban de Nueva York hacia Connecticut para cumplir con sus compromisos profesionales, el vehículo en el que viajaban impactó contra una valla en la carretera dejando un saldo de dos muertos: Jesús Ruiz, el chofer, y Luisito Maisonet, trompetista y fiel colaborador de Raphy Leavitt. Como consecuencia del fatídico accidente, el líder de la agrupación sufrió una contusión cerebral que lo mantuvo inconsciente por cuatro meses. También sufrió fractura masiva en su cadera –que se rompió en 114 pedazos de huesos y tuvo que ser remendada con tornillos y clavos– y lesiones en el nervio ciático. Otro de los músicos, Richard López, el trombonista, tuvo fracturas en el fémur izquierdo. Postrado en una cama, sedado y en desconocimiento de los detalles del nefasto accidente, Raphy Leavitt vio en sus sueños las imágenes que iban dándole forma a las incidencias de aquella noche. Tuvo la visión de una cuna blanca y de la imagen de su eterno amigo, Luisito Maisonet, vestido de negro. "Una mañana escuché su trompeta y cuando abrí los ojos lo vi, y él me dijo: 'Ahora sí te voy a ayudar'", narra con pesar el veterano músico. De esa experiencia brotaron las letras de "La cuna blanca" , tema que se incluyó en el disco "Jíbaro soy" y que fue galardonado con un "Disco de Oro". Sin embargo, cuenta Raphy Leavitt, que mientras estuvo hospitalizado hubo músicos que en su afán trataron de copiar su propuesta musical y el estilo original de La Selecta, aunque sin éxito. El desencanto que le derivó "la mala fe" de sus colegas lo llevó a darle tema a su cuarta producción discográfica "Herido" (1974), que incluyó "Lamento jíbaro", "Dueña y señora" y "Mentira", entre otros. Luego de ese álbum llegó "A Record Inferno" (1975), seguido por "De frente a la vida" (1976), este último con los éxitos "El buen Pastor", "Viento" y "Te arrepentirás". A finales de la década llegó el disco "Cosquillita" (1978) –que dio a conocer al joven vocalista Tony Vega– y "Soledad", la última producción realizada para el Sello Borinquen. La Selecta ha ganado tres "Discos de Oro" y ha sido proclamada en Panamá como "Grupo Orquestal más Popular" (1972) y "Orquesta Internacional más Popular" (1973), además de ganar el "Búho de Oro" (1974). Este año obtuvo en Puerto Rico el premio "Tú Música", en la categoría de "Mejor Grabación Salsa" por su álbum "Raphy Leavitt y La Selecta: 30 años de historia musical". Selecta expresión del sentimiento popular En la memoria de Raphy Leavitt aún persiste el retrato de la gente de su barrio pobre de Puerta de Tierra, junto a la que conoció la pobreza, la marginación social y el fango. Poco a poco esas estampas se fueron fijando en su recuerdo, volcándose más tarde en melodías con textos sociales que se ocuparon de narrar las experiencias de vida de aquellos parroquianos, como se aprecia en la canción "Mi barrio" y "Corazón de niño". Sus canciones también se ocuparon de presentar el sentimiento religioso que clama por la perseverancia y la lucha, como dice "El buen Pastor", uno de los primeros temas religiosos que se graban en ritmo salsero. "Somos una familia" Más que una agrupación musical, Raphy Leavitt ha procurado hacer de su trabajo artístico la extensión de su familia, tratando a sus músicos como parientes y sosteniendo con ellos una estrecha relación afectiva. "Somos una familia y si echamos pa' lante, echamos juntos", sostiene el pianista. Dice, además, que su propuesta siempre ha buscado alejarse del concepto musical de la Fania, procurando ser más selectos en la compilación de su repertorio, en la musicalización de los temas – distanciándose de los patrones afrocaribeños– y presentando un comportamiento colectivo a tono con sus reflexiones sociales. "Siempre le he dicho a los muchachos, desde el primer día, que si estamos predicando una visión de mundo diferente, una forma de ser, no podemos permitir abusos con el pueblo, ni con mujeres, nada de perdición, ni uso de drogas, ni abuso de alcohol", confiesa. La Selecta se alza como una de las agrupaciones más portentosas del país justo en los años en que el imperio de Jerry Masucci y Johnny Pacheco, regentes de la Fania, dominaba el mercado de la música caribeña. En cambio, Raphy Leavitt nunca aceptó formar parte del equipo de bandas que agrupaba Fania, optando por la fidelidad que le guardaba a su sello disquero, Discos Borinquen, no empece a los acercamientos que recibió del propio Masucci. Y es que La Selecta se midió mano a mano con las grandes y afamadas orquestas de la época, y sin contar con los recursos promocionales que disponía Fania para mercadear sus productos se convirtió en una de las más importantes bandas salseras de Puerto Rico, calando con fuerza en el mercado latino de Estados Unidos, Europa y Asia. Su secreto, sostiene Raphy Leavitt, fue establecer el principio de transformar la lírica salsera con mensajes sociales, sin dejar de ser bailable y sabrosa pero "sin entrar en la chabacanería de sábanas mojadas, ni en la vulgaridad". De esa manera, cuando los temas sensuales y eróticos comenzaron a dominar el escenario salsero, La Selecta produjo el álbum "Provócame" (1990), una muestra más de las posibilidades melódicas y líricas que tiene el trato del tema amoroso lejos de lo ordinario y lo impúdico.Luchador incansable A los tres años de edad, Raphy Leavitt perdió a su madre y cuando era apenas un adolescente su padre murió, por lo que se crió con sus tías Jessie y Roselín Leavitt. Estudió gerencia y contabilidad en la Universidad de Puerto Rico en Río Piedras y llegó a desempeñarse como maestro de nivel secundario en el colegio San Agustín de Puerta de Tierra, donde estudió de niño. Antes de crear La Selecta, el músico no había grabado ni compuesto tema alguno. En el arte de la composición ha logrado un catálogo de sobre 120 temas, de los que cerca de 90 han sido grabados. Joe Quijano, Daniel Santos, Gilberto Santa Rosa y Marc Anthony han sido algunos de los artistas que han interpretado los temas "Jíbaro soy" y "Payaso". El director de La Selecta no vacila en criticar el "sonido genérico" de las nuevas orquestas de salsa "que no hace que los nuevos intérpretes se identifiquen". Asegura que su orquesta es una de las pocas instituciones salseras del país que se ha curtido con un estilo y sonido único, brindándole al público alternativas diferentes dentro de un mismo género, sin saturarlo. Fue la primera orquesta que introdujo a la salsa el sonido de la música típica. En 1971 Raphy Leavitt visitó todas las casas discográficas puertorriqueñas ofreciéndoles su orquesta para grabar un disco y nadie le dio la mano porque "decían que no se iban a arriesgar con una banda de jóvenes". Sólo el sello Discos Borinquen, del cubano Darío González, le dio la oportunidad. "Oye mi bongó" Las últimas grabaciones de Luisito Maisonet están contenidas en el disco "Jíbaro soy", en el que se destaca su interpretación de la trompeta en el bolero "Consentida". La única composición de Sammy Marrero, "Sólo fuiste una más", fue incluida en la producción "Diez años sembrando semillas en el alma del pueblo" (1982). El cantante Tony Vega debutó con La Selecta con el éxito "Cosquillita", en 1978. La Selecta fue pionera en los temas religiosos en la salsa al grabar "El buen Pastor", en la producción "De frente a la vida" (1976). El bolero "Y vuelvo a fallar" fue grabado como salsa en 1993, en un homenaje a Raphy Leavitt, por la orquesta La Mulenze, en su álbum "De regreso". Los temas "Payaso" y "La cuna blanca" le valieron el premio "Busto de Oro Rafael Hernández", otorgado por la viuda del afamado compositor puertorriqueño, María Pérez, en una ceremonia efectuada en San Juan, en 1973. Los temas "Amor y paz" y "Destino humano", ambas del disco "Mi barrio" (1972), fueron el hit parade simultáneamente. En menos de dos años, La Selecta se colocó como una de las agrupaciones más impactantes del patio musical, logrando un éxito arrollador que los llevó a visitar Centro y Sudamérica, Europa, Asia, África y las principales ciudades de Estados Unidos. Los temas "Lamento jíbaro", "Parranda selecta", "Fiestas de Navidad" y "Somos el son" intercalan un seis mapeyé dentro del cuerpo de la canción. Por 23 años, Carlitos Ramírez fue el segundo vocalista de La Selecta, y es recordado por sus éxitos "La cuica" y "La guiñaíta". El tema "Dueño y señora", interpretado por Feliz "Dino" Guy Casiano, se convirtió en un éxito en Haití y la República Dominicana. Otros cantantes que pertenecieron a La Selecta fueron Alex D'Castro, Eddie Santiago, Rafy Miranda y Roberto Ortiz. Sólo los dos últimos grabaron con la orquesta, en 1980. En la actualidad, Sammy Marrero comparte la responsabilidad vocal de la agrupación con Samuel Antonio ("Tony") Rivas. Defensor de la salsa con conciencia El enunciado que condujo a la creación de la orquesta La Selecta, en 1971, estuvo matizado por el reto de probar que la música arraigada al sentimiento popular merecía ser enriquecida con mensajes de conciencia social que abordaran las aspiraciones y anhelos de los sectores marginados del país, despertando su juicio y su cordura para que lucharan por un mejor país. "Era necesario que lleváramos en nuestra música alivio, un mensaje de paz y comprensión que le dijera a la gente vamos a luchar, vamos a marchar juntos para subir poco a poco. Dije que esta orquesta iba a ser diferente a las demás porque iba a un mensaje a la humanidad, como dijimos en el tema 'Destino humano', que escribió el bongocero de la orquesta, Felipe Román", afirma un inquebrantable Raphy Leavitt. Crear algo diferente, "selecto en el contenido de sus canciones pero con un sonido sabroso para gustar a los bailadores" llevó al entusiasta músico a una nueva exploración artística: la composición. "Ahora tenía que empezar a componer esas canciones y como iba a ser un estilo único y diferente tuve que crear las letras y sus arreglos musicales. Todo esto por la presión que veía y notaba que caía sobre el género, que era criticado por no tener valor", dice, al tiempo que recuerda sus primeras composiciones: "Óigame, señor", "Lamento rumbero", "Payaso", "Te equivocaste" y "Vive tu vida". Las primeras letras creadas por el músico, puestas sobre un pentagrama, hilvanaban sus líneas poéticas en textos que le hablaban a la gente de su barrio "que eran pisoteados por otros", más poderosos.Sammy Marrero: La voz de la diferencia La faena de armar una nueva agrupación le tomó semanas y una vez logrado su objetivo, Raphy Leavitt tuvo que aguardar siete meses antes de hallar el intérprete que capturara en su voz la esencia del sentimiento que quería transmitir. "Ensayábamos todos los días en mi casa de Puerta de Tierra y tu veías la gente del barrio 'empaquetao', oyendo, pero no habían coros ni cantantes. Hasta que una noche Richard López, mi trombonista, me dice que conocía a un flaco en el kilometro ocho de Bayamón que se llamaba Sammy (Marrero). Ya había probado otros cantantes, pero sin lograr la compenetración de autor y cantante, que era el triunfo de poder llevar un mensaje contundente. Entonces fuimos a ver a ese flaco, en el caserío Falín Torrech (de Bayamón)", narra. El primer encuentro del músico con el cantante fue malogrado. Sammy Marrero estaba enfermo de pulmonía y no pudo ponerse en pie para recibir a sus inesperados visitantes. Se hablaron a la distancia y sólo alcanzaron a intercambiar una grabación con los temas que había repasado la orquesta. "Hoy no puedo conocerte pero escúchalas (las canciones) y cuando te sientas bien me llamas y hablamos", relata Raphy Leavitt, en la rememoración de su primera vista al vocalista. Cinco meses más tarde se produjo la llamada pactada, y el ensayo. "Cuando Sammy abrió la boca aquel barrio explotó, las barras se vaciaron… tú sabes cuando la música llega y yo le dije has pasado la prueba con el pueblo y él me dijo: 'Llevo 16 años cantando, me ha llegado mi oportunidad y no la voy a desperdiciar", detalla Raphy Leavitt. Antes de unirse al joven pianista, Sammy Marrero, quien nació en Coamo el 16 de febrero de 1942, había participado en las orquestas de Osvaldo Valentín, La Masacre, Los Muchachos de don Jesús y el trío Los Tempest. Audaz en el arte de la versación campesina, la fuerza interpretativa de su voz fue determinante para el éxito que alcanzó La Selecta a su arribo al mercado musical, en particular por su vocalización de "Payaso", un tema cuyo mensaje abraza la experiencia del desgarre amoroso para tratar las contradicciones sociales que emanan de la lucha de clases. "Quería presentar en una canción de amor el daño que se le quería hacer a la clase (social) de abajo. Hubo ciertos sectores que querían marginarnos y nos clasificaban como despreciables y como si no aportáramos nada a la cultura del país", declara Raphy Leavitt. "Payaso", que permaneció tres meses como la canción favorita de la radioaudiencia nacional, se destacó, además, porque a media melodía se convertía en un montuno y sus improvisaciones se transformaban en un largo monólogo. Leavitt, Raphy - Salsa Líder de banda de salsa, pianista, compositor, arreglista y productor Raphy Leavitt nació el 17 de septiembre de 1948, en la sección Puerta De Tierra de San Juan, Puerto Rico. Nacido en una familia de clase media, la madre de Leavitt muere cuando el tenía solamente tres años de edad. Diez años más tarde, quedó huerfano a la muerte de su padre. Sin embargo, Leavitt mostró gran interés por la música y a temprana edad comenzó tocando el acordión. En su temprana adolescencia formó su primera banda musical y en 1966 otra, llamada La Banda Latina, tocando trabajos compuestos por otros. Sin embargo, después de su graduación de la Universidad de Puerto Rico, formó otra banda llamada La Selecta, en 1971. Esta última banda, que consistía en trombones y trompetas, bajo, piano, voces, y sección de ritmo con conga, bongo, timbales, cencerro y güiro, tocaría las propias composiciones de Leavitt. El grupo firmó con Borinquen Records y lanzó 10 álbumes en el curso de los siguientes ocho años. Su primera composición en convertirse en éxito fue "Payaso", que se convirtió en disco de oro por sus ventas. Es un bolero montuno en el cual Leavitt utilizó "soneos", o improvisaciones, en la forma de décimas como se hace típicamente en la música folklórica Puertorriqueña. Leavitt y La Selecta siguieron con canciones éxitos como "Te equivocaste" y "Lamento rumbero", rápidamente ubicándose en el centro de atención de la música de salsa. El álbum debut del grupo La Selecta también se convirtió en disco de oro y el siguiente año, Leavitt y La Selecta lanzaron el gran éxito internacional Jíbaro Soy. El éxito de la canción le ofreció a Leavitt y a la banda la oportunidad de hacer una gira de concierto en los Estados Unidos. Trágicamente, la banda se vio envuelta en un accidente de tráfico en una autopista en Connecticut (Estados Unidos), en donde murió el trompetista Luisito Maisonet y en donde casi pierde la vida Leavitt. Otros tres miembros de la banda fueron hospitalizados. Después de seis meses en el hospital, Leavitt se recobro y fue dado de alta. Su segunda canción éxito y disco de oro fue "La Cuna Blanca" la cual Leavitt compuso en memoria de Maisonet aun estando en el hospital. La canción estuvo en primer lugar en las listas musicales en Puerto Rico y en las de varios países de América Latina, y también apareció en la cartelera latina de Billboard. Esta canción llevó a Leavitt a ganar el premio Rafael Hernández al "Compositor del Año". La siguiente canción en convertirse en éxito fue "El Buen Pastor" del álbum De Frente A La Vida de 1976. Este también fue un éxito internacional y se convirtió en disco de oro por sus ventas. Dos años después, Tony Vega se integró a la banda y cantó como voz principal al lado del cantante principal Sammy Marrero, en muchas de las canciones del siguiente álbum, Raphy Leavitt La Selecta Orchestra en 1978. Vega subsecuentemente dejó la banda para unirse a Willie Rosario. Leavitt luego cambio de empresa disquera; escogiendo a TH Records, con quien lanzó tres álbumes entre 1981 y 1983. Durante ese tiempo, Carlitos Ramírez se incorporó a la banda como cantante co-líder en su álbum para conmemorar su décimo aniversario. Leavitt decidió cambiar de casa discográfica una vez más y esta vez se fue con Bronco Records, manejada por Bobby Valentín. Leavitt grabó dos álbumes bajo el sello Bronco. Para el primero, Leavitt trajo altalentoso arreglista y pianista, Isidoro Infante, quien escribió muchas de las canciones incluídas en este album: Somos El Son. El siguiente año, Leavitt y La Selecta ganaron el premio puertorriqueño Diplo de la industria de la música a la Mejor Banda del Año. En 1988, los cantantes principales de la banda se incrementaron a tres con la adición de Osvaldo Díaz y lanzaron el álbum Se Solicita Un Cariño en 1988. Infante una vez más hizo una gran contribución; arreglando todas las canciones. Leavitt luego lanzó su propia empresa discográfica: RL Records en 1990 con la cual grabó su siguiente álbum Provócame. El álbum tuvo un éxito fenomenal, llegando a ocupar la cartelera latina de Billboard. La canción principal es un número de salsa romántica cantada por Díaz y arreglada por Infante, y llego a ocupar entre las primeras 5 posiciones de las listas musicales en Puerto Rico. Otros álbumes y compilaciones siguieron, que incluyen el reciente álbum Oro Salseros en donde aparece el éxito ../music/raphy_leavitt-oro_salsero-a_tropezon.mp3 A Tropezón
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