Biografia:
Primeros años
Eduardo Palmieri nace el 15 de diciembre de 1936 en la ciudad de Nueva York , es de ascendencia
puertorriqueña y organizó su primera orquesta a la edad de 14 años. Durante la década del 50'
incursionó en la música tropical en orquestas como la de Johnny Segui, Vicentico Valdez y Tito
Rodríguez.
Su primera banda
En 1961 crea su famoso Conjunto La Perfecta, junto al trombonista Barry Rodgers y el cantante
Ismael Quintana. Con ellos debuta en el mundo del disco en 1962, justo en el momento en que las
charangas estaban más de moda. Con elsonido de violines y flauta, Palmierisiguió aquella moda pero
integrándole Trombones y Trompetas. Como amante confeso delJazz, Eddie, desde entonces, se
distinguió por ser un músico experimental. De ahí que su discografía en los 60's dejara como testimonio
dos producciones con el jazzista Cal Tjader.
La Perfecta se desbanda en el año de 1968 por problemas económicos, pero a renglón seguido el
aporte de Palmieri al pentagrama musical incluye discos como 'Lo que Traigo es Sabroso', del cualse
derivo su primer éxito Muñeca.
En una etapa posterior, Eddie pasa de la compañía Alegre a Tico Records. Con estos produjo una
serie de álbumes de gran éxito, como lo es la joya clásica de 1971 'Vamonos pa'l Monte' en el que
incluía a su hermano Charlie Palmieri como organista invitado.
Primer Grammy
Su unión con el cantante Ismael Quintana tuvo un gran éxito hasta que este decidió lanzar su carrera
como solista con la discográfica Fania Records. Es entonces cuando Eddie graba la producción 'The
Sun of Latin Music' con un nuevo cantante de nombre Lalo Rodriguez de tan solo 16 años, y con élsu
álbum se convirtió en la primera producción latina en ganar un premio Grammy en 1974.
A final de la década del 70, Eddie graba con elsello Coco Records. De esta época se destacan
producciones como 'Unfinished Masterpiece'. Como otros artistas latinos del momento, Palmieri probó
suerte con elsello discográfico estadounidense Epic Records, pero lamentablemente el experimento no
resultó como él esperaba por lo que esa unión duró poco tiempo.
El álbum blanco
Lalo, entonces siguió los mismos pasos de su antecesor Ismael Quintana, dejando la Orquesta para
lanzarse como solista. Hecho que provocó que volviera Ismael Quintana junto a Cheo Feliciano que ya
había tenido la oportunidad de grabar con Palmieri en el álbum de 1968 'Champagne', juntos dieron al
mundo a conocer la gran producción 'Eddie Palmieri, también conocido como el 'Album blanco de
Palmieri' en 1981, producción considerada por muchos como el mejor LP de la historia.
También en la década del 80 Eddie gana dos nuevos Grammy por sus producciones 'Palo pa' Rumba'
de 1983 y 'Solito' de 1985. Por otra parte en 1987 graba alsalsero Tony Vega en el álbum 'La
Verdad'.
Jazz Latino
A pesar del decaimiento de la Salsa, esto no ha detenido su empuje en el pentagrama musical. De esta
manera pudo volver a incursionar en su otra pasión, elJazz Latino, y seguir con su Salsa. De hecho
graba en 1992 a la joven La India, en la producción 'Llego La India vía Palmieri' y en 1998 la
producción 'ElRumbero del Piano' en el cual vuelve a la salsa dura que siempre lo ha caracterizado.
Durante su larga trayectoria ha participado en conciertos y grabaciones con la Fania All Stars y TicoAll Stars y se ha destacado como productor, arreglista, compositor y director de orquesta. Con el han
laborado grandes músicos como IsraelCachao Lopez, Alfredo Chocolate Armenteros, Lewis Khan y
Bobby Valentín.
Anuncio de su retiro
Con la llegada del nuevo milenio, Palmieri había expresado su deseo de retirarse del ámbito musical,
anuncio acompañado por la producción 'Masterpiece' con elfallecido Tito Puente. Esta producción
musicalrecibió aplausos de la crítica especializada ganando dos nuevos premios Grammy, llegando así
a tener seis de esos premios.
También nos trajo producciones con el conjunto 'La Perfecta II' que nos traía una serie de canciones
del anterior conjunto de Palmieri y álbumes jazzisticos de gran calidad como 'Listen Here'.
73 años de vida, 61 años en la música, 55 años en agrupaciones musicales y 45 años en las salas de
grabación, le ameritan a Eddie Palmieri más de 35 trabajos musicales con su propia agrupación.
Eddie es considerado El Emperador de la Salsa, El Molestoso, ElRompeteclas, El Sol de la música
Latina, o como dice la revista El Manicero de Barcelona, España: Palmieri, es, de todos los pianistas
de la Salsa y el Latín Jazz, sin discusión, el más moderno, el más estudioso, el más arriesgado, el más
gozón, en una palabra el más revolucionario.
Biografia de Eddie Palmieri
http://www.americasalsa.com/biografias/eddie_palmieri.html 3/7
Este compositor y pianista de salsa y jazz latino nació hace 67 años en "El Barrio", área de Nueva York
donde se gestó la salsa. De ascendencia puertorriqueña , crece al lado de su hermano mayor, Charlie
Palmieri, pianista latino de culto, leyenda y pionero del jazz latino.
Eddie comienza a tocar el piano a los 8 años. Acude al conservatorio y su primer concierto clásico lo
realiza a los 11 años en el Carnegie Hall. Después se enamora de los timbales y de hecho, los interpreta
(hasta hoy) pero se vuelca definitivamente en el piano a los 14 años, por imperativos familiares.
Eddie es compositor, productor, arreglista, líder de orquesta y, por supuesto, un pianista de música
afroantillana de gran energía y resistencia, de solos atrevidos y originales, y de técnica heterodoxa que
causa pavor entre la vieja escuela (de ahí que Palmieri se autodefina como "tocador de piano"). Su forma de
tocar respira experimentación, rebeldía y dramatismo a pleno pulmón, en forma de firmes y reiterativos
montunos (=frase pianística y rítmica donde se asientan los instrumentos solistas).
Se le llama "El Rumbero del piano" y "Rompeteclas" por arremeter contra su teclado, cual si fuera un
tambor (él mismo se considera un percusionista frustrado), en el éxtasis de sus actuaciones. Sus
influencias pianísticas van de Mcoy Tyner (jazz) a Debussy (música clásica impresionista). La salsa de
Palmieri nace del esquema sonoro e instrumental de la música cubana de charanga (basada en orquestas
de baile que aúnan violines y flautas), a la que se le aplica la sonoridad urbana de NY: jazz, bomba, otras
músicas del caribe y temáticas sociales reivindicativas de lo latino en las letras de las canciones, toda una
mezcla homogénea: así nace la música salsa (aunque tal denominación se inventa en Venezuela en los
primeros años 60).
Eduardo Palmieri forma su primer conjunto musical a los 14 años, estando aún en el colegio. En éste se
encuentran Orlando Marín y Joe Quijano. En 1955, Eddie se hace músico profesional de la orquesta de
Johnny Seguí, que pasa a denominarse luego el Conjunto de Orlando Marín. Es despedido de éste para
evitar que dañara el piano por tocar las teclas del piano demasiado fuerte, tal es el fervor que pone Eddie.
Reemplaza a su hermano Charlie en la banda de Vicentico Valdés.
Después, en 1958, se une a la gran orquesta (big band) de Tito Rodríguez. En 1961 forma su propia
orquesta, La Perfecta. Eddie crea así una "trombanga" (trombón+charanga, apodo dado por Charlie
Palmieri) con la idea de crear un sonido más potente y urbano, partiendo de la rítmica y armonía de las
viejas orquestas charangas cubanas, con el que puedan identificarse los latinos y reconocerse en las letras
de las canciones de La Perfecta. En esta orquesta están Johnny Pacheco en la flauta, que deja su puesto
a George Castro, Ismael 'Pat' Quintana (cantante), Manny Oquendo (timbales/bongó), Tommy López
(conga), Dave Pérez (bajo), Jose Rodrigues y Barry Rogers (sendos trombones).
La Perfecta se convierte en la banda más reclamada en NY y a la luz de hoy, en legendaria. Destaca por la
potencia de su sonido (donde el bravo trombón del mítico Rogers despunta)y la evolución de su música
respecto a los antecedentes cubanos de las charangas y la Sonora Matancera (banda admirada por Eddie).
El guajeo de trombones (=sus cortas intervenciones que preceden a otros solos instrumentales y que
hacen progresiva y creativa a la salsa, al generarse distintos climas dentro de un misma canción) es otro
de los grandes aportes creativos de esta orquesta. Firman con el sello Alegre y editan su primer disco:
"Eddie Palmieri and his conjunto La Perfecta" (1962).Publican dos discos más y pasan al sello Tico
editando: "Echando P'alante" (1964) con Rodríguez en trombones, Castro en flauta, Oquendo en timbales y
bongó, Tommy López en conga, Dave Pérez en el bajo, y Quintana en la voz solista.
Eddie publica 5 discos más con La Perfecta, incluyendo 2 discos con el vibrafonista de jazz latino Carl
Tjader. En 1968 se deshace La Perfecta por problemas económicos, aunque en 2002 se forma La Perfecta
II y se graba un disco (no bien valorado, por ser una simple relectura de las canciones clásicas, sin aportar
nada creativo en la salsa) de homenaje a la banda original, lo que certifica el carácter de mito que adquiere
ésta. En 1966, Eddie participa en las descargas de la banda Tico a la que es invitada en el primer disco de
Fania All-Stars en 1968.
Después de la etapa de La Perfecta, Palmieri va cambiando los músicos que le acompañan. En 1968, el
disco "Champagne" contiene al trompetista Alfredo 'Chocolate' Armenteros, Barry Rogers en el trombón,
Israel 'Cachao' López en el bajo (los tres citados, los mejores entonces y legendarios ahora) y los
vocalistas: Quintana, Cheo Feliciano y Cynthia Ellis. Este disco supone claudicar frente a la moda del
Bugalú, debida (según Eddie) al bloqueo de Cuba por los EE UU.
En 1969, sale el disco "Justicia", varapalo al trato dado a los latinos por los gringos. Nicky Marrero, en
timbales, acompaña a Palmieri desde ese momento hasta mediados de los 70. Justo Betancourt también
colabora aquí y en el siguiente disco "Superimposition" (1969), con una cara (de las dos) totalmente
experimental. Eddie añade el saxofón (Ronnie Cuber) en su siguiente disco "Vámonos pa'l monte" (1971).
Su hermano Charlie toca el órgano aquí. Sus colaboraciones con Eddie abarcan hasta 1974. Ahora
Palmieri experimenta con la fusión: Latino-Rhytm & Blues, con el grupo negro Harlem River Drive, y actúa
en la prisión de Sing Sing y en la Universidad de Puerto Rico.
En 1973, Eddie pasa al sello Coco con el disco "Sentido". Ahora, Ismael Quintana le abandona y lo
reemplaza con un chavalito de 16 años llamado Lalo Rodríguez (el mismo que arrasaría en España con la
mediocre "Devórame otra vez", en los 80), poseedor de una tonada aguda que causa admiración ("Deseo
salvaje"). Así, graba "Sun of latin Music" (1974), disco que arrasa en los (hoy claramente desprestigiados)
Grammys.
"Unfinished masterpiece" (1976) fue el siguiente disco. El gran violinista Alfredo de la Fé (claro heredero del
mito del violín cubano, Pupi Legarreta) participa ahora y en el disco antes citado. En 1978, Eddie edita
"Lucumi Macumba Voodoo" con el sello Epic, disco sobre las religiones afrolatinas que es un rotundo
fracaso. Después de ello, Palmieri regresa a Fania Records y edita "La verdad", con el que gana su 5º
Grammy y revela al solista Tony Vega ("El cuarto").
En 1981 se edita "Eddie Palmieri" (original título, sí señor), donde colabora por última vez el prodigioso
soplador Barry Rogers en trombones y retorna Ismael Quintana. En 1983, Eddie se marcha a su querido
Puerto Rico (el tema "1983" hace referencia a este "retorno") pero ante la falta de trabajo, vuelve a su NY
natal.
En 1986, Eddie firma con el sello Capitol, con el que edita el "Sueño" (1989), nombre que explica el fracaso
creativo de su música, compuesta, en parte, de 4 versiones de éxitos anteriores. Hasta hoy, Palmieri,
sigue defendiendo la salsa progresiva e innovadora, frente a la salsa contemporánea y anémica, diseñada
para contentar a las jovencitas (y a los jóvenes que buscan "tumbarlas") que se conforman con baladas
romántico-sexuales que reflejan hasta el hastío la vacuidad músico-creativa imperante.
La próxima producción de Eddie será el disco "Ritmo caliente", bajo el sello Concord-Picante que marcará
un hito en la historia del jazz latino, según "El Rumbero del piano". Un reto fácil de superar para Eddie,
comparado con los hándicaps de drogas y excesos de los 60 y 70
La música de Eddie Palmieri libera el alma de los salseros como si se tratara de un despojo de rebeldía.
No hay quien se resista ante el embrujo de cada encuentro brioso que el músico protagoniza frente a su
piano, el que hace repiquetear como un tambor, en un despliegue creativo que muestra su gran talento
fusionando influencias de la música antillana, el jazz y patrones clásicos.
Su fórmula está en el sugestivo ritmo que desbordan sus montunos al piano, en unión al sonido de los
trombones y el seco contrapunteo de la percusión, elementos que se conjugan para producir una alquimia
rítmica que precisó el arribo de una nueva modalidad musical en el entorno latino estadounidense de los
años 60, y que luego se bautizó como salsa.
Es, además, visionario al crear un sonido urbano que plasmó en ritmos y melodías la historia de una
generación que luchó por su reconocimiento social. Así, su propuesta musical es testamento de su época,
con la que declara los patrones de desigualdad y pobreza que trajo consigo el desarrollo desmedido del
capital industrial norteamericano, para el que la población inmigrante no fue más que mano de obra barata,
sin derechos ni justicia.
Infalible ante el objetivo social de su obra artística, Eddie Palmieri renunció a correr tras las corrientes del
mercado desarrollando un proyecto sonoro enérgico y agresivo, adornado de textos indómitos que, en
muchos casos, lo distanció del gusto del bailador por la complejidad y riqueza de su ritmo. Sin más, se
convirtió en músico de minorías, fuera de los estándares comerciales.
Aun así su música se elevó con una fuerza inusitada, ganándose el aplauso de los fanáticos y el respeto
de sus colegas, que lo consideran un verdadero genio del ritmo latino y quienes le han bautizado como "El
rumbero del piano".
La afición por el timbal
Transcurridos más de 50 años de carrera artística, el nombre de Eduardo Palmieri Morales ("Eddie"), que
nació el 15 de diciembre d1936 en el barrio de Harlem, en Nueva York, de padres puertorriqueños, se ha
convertido en emblema de una época, con un proyecto que ha reafirmado su vigencia trascendiendo las
modas.
Comenzó su instrucción musical en el piano a los ocho años de edad, inspirado por su hermano mayor
Carlos Manuel ("Charlie"), aunque admite que sus deseos eran convertirse en timbalero, pasión que le brotó
luego de presenciar al músico Tito Puente realizando una descarga de timbales. Aun así, prosiguió sus
estudios de piano en el Conservatorio de Música y al cumplir sus 11 años debutó como pianista en el
Carnegie Hall, en un concierto clásico.
Entrada su adolescencia, el músico se concentró en aprender percusión, porque "a mis 13 años todos
queríamos tocar el timbal a lo Tito Puente".
Recién cumplidos sus 15 años de edad, Eddie Palmieri ingresó a la orquesta Alma Tropical, un conjunto
típico comandado por su tío "El Chino", en calidad de timbalero. Mas su delirio por la percusión duró un par
de años y regresó de nuevo al piano.
"Yo estaba loco por tocar el timbal, era lo que quería hacer. Me quedé dos años con mi tío de timbalero,
pero mi madre me compró una caja de metal para cargar los timbales que pesaba mucho y cuando yo
cogía la caja para trabajar, mami me decía: 'Eduard, tú no ves qué lindo se ve tu hermano cuando va a
trabajar, que no tiene que cargar el instrumento. ¿Cuándo vas a aprender?'", cuenta el músico, quien se
considera "un percusionista frustrado, por lo que me desquito con el piano".
Sus primeros tonos del ritmo antillano
En el año 1952, y mientras asistía a la escuela, Eddie Palmieri organizó un grupo musical junto a sus
amigos Orlando Marín (timbal), Joe Quijano (bongó), Chiqui Pérez (conga) y Larry Acevedo (voz), que se
conoció como Banana Kelly's Mambo.
Se trató de una experiencia juvenil, sin mayores pretensiones que hacer música y explorar caminos para
cultivar un futuro sendero profesional. El trabajo de este grupo se recogió en una producción de 78 rpm que
incluyó los temas "El Cumbachero" y "Abaniquito".
"La primera presentación de nuestro conjunto, fuera de la escuela, fue durante una actividad de la Liga
Atlética Policiaca, en el Hurns Point Palace, y teníamos 15 años de edad. Eddie era el líder del grupo y
nos pagó 35 centavos a cada uno", recuerda su homólogo Joe Quijano.
Poco después, la agrupación se fue ampliando con la incursión de tres trompetas y un bajo,
transformándose en El Conjunto de Eduardo Palmo, que era como solía llamarse Eddie Palmieri.
Al arribo de 1954, el pianista pasó a formar parte del quinteto de Bobby Santiago, del que salió para la
orquesta de Eddie Forrester, incursionando luego en la escuela de la música caribeña más cadenciosa con
el grupo de Johnnie Seguí, donde compartió escena con el maestro Willie Rosario, en 1955.
Seis meses más tarde, su hermano Charlie lo recomienda para que lo sustituyera en la orquesta del
cantante cubano Vicentico Valdés, quien había sido vocalista de la banda de Tito Puente.
Ésta fue su oportunidad de "grandes ligas", al encontrarse junto a una batería de músicos jóvenes que
despuntaban en el ambiente artístico con fuerza, como lo fue el caso de Manny Oquendo, Tommy López,
Mike Collazo y el vibrafonista Pete Terrace.
La experiencia junto a la orquesta de Vicentico Valdés duró dos años (1956-1958), periodo en el que el
nombre de Eddie Palmieri se coronó con solidez en el ambiente de la música caribeña neoyorquina. De
niño Eddie Palmieri quiso ser timbalero como Tito Puente.
Palmieri fue el pianista de Tito Rodríguez desde 1958 a 1960.
EN SEPTIEMBRE de 1958, Eddie Palmieri ingresó a la big band de Tito Rodríguez, recomendado, una vez
más, por su hermano Charlie.
Esa etapa de su historia artística sirvió para expandir su trabajo fuera de la frontera de Nueva York,
situándose en el mercado musical de California, Las Vegas, Miami y Puerto Rico. Fueron años gloriosos
en su carrera que quedaron consignados en su primera producción discográfica, "Tito Rodríguez at the
Palladium" (1960), en el que la musicalidad del joven pianista, de apenas 23 años de edad, se hizo sentir
en los temas "Satin and Lace", "Mama Güela", "Te comiste un pan", "Liza", "El monito y la grifa", "El pollo
de Carlitos" y "El Sabio", entre otros.
Tras la publicación de ese álbum, Tito Rodríguez alteró la formación de su orquesta y constituyó un
sexteto, momento en el que Eddie Palmieri abandonó al versado vocalista y, buscando suerte, armó un trío
musical con el que vagó participando en bodas, fiestas privadas y cumpleaños.
Poco después, a finales de 1960, el pianista conformó su orquesta y se lanzó a tocar en los principales
clubes de Nueva York, donde se había dado a conocer por su trabajo al lado de la orquesta del intérprete de
"Tiemblas".
Nace un nuevo sonido caribeño
Eddie Palmieri denominó su agrupación con el nombre de La Perfecta, una rúbrica sugerente que aludía al
empeño, dedicación y perfeccionismo con que el músico emprendía sus trabajos.
En un principio, la parte armónica de la agrupación se valió de la combinación de piano, trombones, flauta,
percusión, bajo y voces, un surtido sonoro que Charlie Palmieri bautizó como "trombanga" –mezcla de
trombones con charanga– y que otros denominaron "sonido de elefantes".
No hay duda que el valor agregado de la creación de La Perfecta estuvo en la conjunción rítmica. Hasta
entonces, el sonido del trombón no era asiduo en las combinaciones armónicas que dominaban el sonido
caribeño en el ámbito comercial de Nueva York. Por el contrario, la supremacía era de las agrupaciones
sonoras, con estructuras armónicas de trompetas, que fue, en efecto, el objetivo inicial de Eddie Palmieri al
concebir su grupo.
"Yo siempre quise el conjunto de trompetas como las orquestas que salían de Cuba, o las que dominaba
en Nueva York: el Conjunto Casino, Tito Puente y Tito Rodríguez. Me encantaban los conjuntos, pero era
muy difícil cuando empecé conseguir trompetistas latinos, eran en su mayoría americanos y después no
iban a ser fiel con la orquesta. Además, de que los que habían exigían mucho más paga", narra el pianista.
Recuerda, que un día –afirma que fue martes– visitó el Club Tritón de Nueva York, donde Johnny Pacheco
hacía sus jazz sections. Esa visita fue providencial para el músico, puesto que allí conoció a Barry Rogers,
un talentoso trombonista norteamericano que alteraría el curso del sonido caribeño, con sus ejecuciones
innovadoras.
"Barry fue el músico más influyente de toda la generación de trombonistas de Nueva York. Era un genio,
todo lo que hacía era bravísimo y tenía la preparación de tocar con orquestas de jazz y rhythm and blues.
También conocía la música latina y los patrones ritmáticos nuestros, y cuando se encuentra conmigo fue la
combinación perfecta", manifiesta Palmieri, quien reconoce que la aportación del trombonista
estadounidense fue de gran ayuda para el impulso de su propuesta musical.
"Y así empezó", prosigue, "cuando empezamos La Perfecta tuvimos un trombón y una flauta; la flauta
algunas veces sola con el ritmo y el trombón solo, hasta que las pude integrar", cuenta.
En esos inicios, su batería de músicos se compuso, entre otros, por Georgie Castro (flauta), Chickie Pérez
(percusión), Joe Rivera (bajo), Manny Oquendo (timbales) e Ismael Quintana (voz), con quienes se mantuvo
tocando por espacio de un año sin grabar, hasta que en noviembre de 1961 lanzan su primer álbum "Eddie
Palmieri and his conjunto La Perfecta", que incluyó los temas "Conmigo", "Isla preciosa", "Mi guajira",
"Ritmo caliente", "Cachita" y "Bailaré tu son", entre otros.
La presentación del disco estuvo a cargo de Charlie Palmieri, quien describió a su hermano como "un loco"
porque decidió "abandonar la seguridad económica que le proveía estar en una de las más exitosas bandas
latinas (la orquesta de Tito Rodríguez) para crear su propia agrupación".
Asimismo, se refirió al grupo como una "banda perfecta", con un "sonido original" que presenta "la música
del pasado y el presente arreglado en un nuevo estilo".
Eddie Palmieri ha ganado decenas de distinciones por un trabajo artístico que resalta el sonido caribeño.
EDDIE PALMIERI fue el primer músico latino en Estados Unidos en experimentar la combinación sonora de
la música cubana con el jazz, la bomba y las nuevas tendencias musicales del mundo urbano anglosajón –
rhythm and blues, funky y soul– adornadas con una lírica social de alto contenido reivindicativo.
En ese sentido, es el primer salsero y el pionero en escenificar los márgenes de tensión y rudeza social en
que vivían los latinos en Nueva York en la fuerza interpretativa del piano y los trombones.
Su estilo de ejecutar el piano le ganó el apelativo de "El Rompeteclas" y "El Rumbero del Piano", por
vindicar el rol percusivo del instrumento y realzar su expresión sonora armónica y, a la vez, agresiva.
"El tambor es lo más cerca al pulso de la vida", suele expresar este virtuoso músico para refrendar su
asociación del sonido del piano con el repique de la percusión.
"No es que lo golpee (el piano), es que es un instrumento de percusión. El toque más pianístico me
encanta y me han dicho los músicos de jazz que los tonos que toco en el piano son las de un drumista
jazzista", sostiene.
Su trabajo artístico estuvo influenciado desde sus comienzos por la obra de su hermano Charlie Palmieri, a
quien consideró su mayor inspiración. En ese mismo renglón destacaba personalidades musicales a
quienes reconoció como "fuerzas inspiradoras" de su arte, como Chapotín, Lili Martínez, Miles Davis, Art
Tatum, Bobby Timmons, Bill Evans y McCoy Tyner, Horace Silver, Bud Powell, Debussy y Herbie Hancock.
Aun cuando fue el músico más avanzado de la historia del sonido caribeño de Estados Unidos en los años
60, estuvo fuera del auge comercial desarrollado por el sello Fania que se encargó de posicionar el trabajo
de los latinos desde finales de la década del 60 y a lo largo de los años 70.
La razón se le atribuye a su "rebeldía" y a su espíritu osado y desafiante de correr contra el
convencionalismo de la industria y la imposición de modas.
Cada una de sus obras musicales son joyas del pentagrama caribeño. Hay en sus proyectos muestras
constantes de experimentación que van marcando los signos de su evolución, además de proyectar su
agudeza artística de iniciar grabaciones en lugares poco ordinarios en su época, como fue grabar en una
cárcel, "Sing-Sing" (1972), y en una universidad, "Eddie Palmieri and Friends in concert, live at the
University of Puerto Rico" (1971).
Un nuevo momento se presenta para Eddie Palmieri cuando en 1974 abandonó la orquesta quien fue su
principal cantante y se integró un jovencito de apenas 16 años de edad, Lalo Rodríguez. Su nuevo vocalista
se inauguró en el álbum "The Sun of Latin Music", que se convirtió, a su vez, en la primera producción
latina en ganar un premio "Grammy", en 1975.
A partir de ese momento, "El Rumbero del Piano" no descansó en lanzar producciones al mercado,
logrando en 1976 su segundo "Grammy" con "Unfinished Masterpiece", que estuvo seguido por un
"Grammy" en 1984 por "Palo Pa' Rumba", 1985 con el álbum "Solito" y en 1987 por la producción "La
verdad", realizada para el sello Fania.
A estos galardones se suman dos estatuillas adicionales ganadas por el disco "Obra Maestra"(2000)
grabado junto a Tito Puente.
Eddie Palmieri e Ismael Quintana forjaron una historia gloriosa en la salsa
MUCHOS se preguntarán cómo llegó Ismael Quintana a la historia de la orquesta La Perfecta. Sucede que
en una ocasión, a finales de los años 50, el timbalero Orlando Marín hizo una audición de cantantes para
intimidar al vocalista de su orquesta, quien venía confrontando problemas de disciplina y al que el
percusionista quería provocar para que mejorara.
Ese día, Eddie Palmieri compartía con su viejo amigo Orlando Marín y éste lo invitó a su audición. Fue
entonces cuando se presentó Ismael Quintana y Eddie Palmieri lo escuchó cantar.
Desde el primer momento, Eddie quedó encantado con el timbre de voz y el estilo de Quintana, y le dijo a
Orlando Marín que cuando hiciera su conjunto le gustaría tener a Ismael como su cantante.
El tiempo pasó y cuando llegó el momento de crear La Perfecta, Eddie Palmieri comenzó a buscar
vocalista y se enteró que aquel joven que había conocido años atrás en una audición se encontraba
cantando con el grupo de Ángel Náter, quien luego fue presidente de la Federación de Músicos de Puerto
Rico.
Eddie Palmieri se comunicó con Náter para preguntarle por Ismael, con quien se reúne días después. En la
conversación se dan cuenta de que, por cosas de la vida, Ismael no conocía nada de lo que tocaba Eddie y
Eddie no tocaba nada de lo que Ismael sabía. Aun así, se juntaron y no hubo impedimento para lograr uno
de los binomios más favoritos de los salseros.
Eddie Palmieri es fiel a las raíces afrocubanas.
TRAS LA publicación del primer álbum de La Perfecta, Eddie Palmieri fortaleció su agrupación con la
entrada a la orquesta del trombonista brasileño José Rodríguez, quien junto a Barry Rogers completaron un
sonido inigualable en los patrones de la música caribeña.
La propuesta de incluir el trombón en la formación sonora no fue una inventiva del veterano pianista. Fue, en
cambio, su consagración como recurso armónico en la música latina, puesto que ya, en Puerto Rico, el
talentoso Mon Rivera había incursionado el trombón en la interpretación de la bomba y la plena.
Sobre la llegada de José Rodríguez a La Perfecta, Eddie Palmieri cuenta que fue Barry Rogers quien lo
trajo ante su consideración para darle más potencia a la orquesta.
"A Barry lo llamaron a trabajar una vez en una grabación y allí conoció a José. Él me viene y me dice:
'Encontré el trombonista que nos hace falta, le hice una cita para que lo conocieras'. Entonces nos
reunimos y hablamos y al final él se quedó más tiempo conmigo que Barry", sostiene.
En poco tiempo, el trabajo de La Perfecta cautivó el ambiente musical latino de Estados Unidos en un
proyecto artístico en los que la gran mayoría de los temas interpretados y los arreglos eran trabajados por
Eddie Palmieri.
En 1962 aparece la publicación del segundo disco de La Perfecta, "El molestoso", con temas como "Así
es la humanidad", "Lázaro y su micrófono", "Contento estoy", "Yo sin ti" y "No critiques". Este trabajo
estuvo seguido por el álbum "Lo que traigo es sabroso" (1963), que incluyó el gran éxito del grupo
"Muñeca", además de "Baila guaguancó", "Verdad amarga", "No hay mal que por bien no venga", entre
otros.
Para la cuarta producción de Eddie Palmieri hay un cambio en la casa discográfica. La relación sostenida
hasta entonces con la empresa Alegre Records quedó atrás para iniciar un nuevo acuerdo comercial con la
firma Tico Records, en la que se registra el disco "Echando pa'lante" (1964), al que le siguió "Azúcar pa' ti"
(1965).
Hasta entonces, gran parte de los ritmos y estilos consignados en las grabaciones de Eddie Palmieri eran
recomendaciones que le hacía su colega Manny Oquendo, quien seguía de cerca las tendencias musicales
que se gestaban en Cuba y auspiciaban el desarrollo cultural del país antillano.
Acorde con su interés en mantener un sonido cónsono a las raíces musicales afrocubanas, en 1965 lanzó
al mercado el álbum "Mambo con conga es Mozambique", un trabajo que fue criticado por un ínfimo grupo
de exiliados cubanos de Nueva York, no por su contenido sino por tratarse de un proyecto que reafirmaba la
relación y simpatía del músico con el pueblo de Cuba justo en el momento en que Estados Unidos alzaba
una cortina de hierro contra el país caribeño por diferir de su ordenamiento político y económico.
"Mambo con conga es Mozambique" fue tildado de un producto comunista e inclusive, recuerda Palmieri,
los agentes federales le llamaron la atención a la compañía discográfica y ésta advirtió al músico de que
desistiera de grabar el ritmo.
La consecuencia fue que en la siguiente producción, "Molasses" (1966), Eddie Palmieri produjo siete
temas con un sonido fuerte, sin comparaciones y repletos de una cadencia rítmica impresionante de
mozambique. De ese trabajo se recuerdan las melodías "Melao para el sapo", "Traguito", "You're gonna
hear from me", "Bomboncito de pozo", "Carnaval en Camagüey", "Tirándote flores" y "Campesino".
En esos años se inscribe una nueva etapa en el desarrollo musical del virtuoso del piano. Se trata de su
incursión formal al mundo del jazz latino en unión al reconocido vibrafonista Cal Tjader, un junte que se
consignó en dos discos: "El sonido nuevo" (1966) y "Bamboléate" (1967).
Al mismo tiempo, encontramos a Eddie Palmieri participando de los jam sessions orquestados por Tico
Records, además de formar parte, en calidad de músico invitado, en la primera presentación de las
Estrellas de Fania en el Red Garter, en 1968, experiencia que se recogió en un álbum.
La Perfecta, entretanto, se disolvió, aunque el hábil músico se mantuvo realizando múltiples trabajos en
unión con grandes y veteranos músicos del ambiente latino. Así produjo "Champagne" (1968), "Justicia"
(1969), "Superimposition" (1970), "Vámonos pal' monte" (1971) y una secuela de discos de primer orden y
con una calidad sonora insuperable.
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